Cifras del BCV muestran aumento interanual de 6.986% en la liquidez, publica El Universal.
Por ALAN LUGO
De acuerdo con las cifras publicadas por el Banco Central de Venezuela, el desequilibrio monetario del país se ha acentuado en virtud del crecimiento sostenido de la liquidez monetaria, en un ambiente de contracción de las reservas internacionales, su principal fuente de sustento.
En efecto, la liquidez monetaria ha crecido en lo que va de año en 1.192% alcanzando su saldo la cifra de 1.645,6 billones de bolívares. La variación interanual fue de 6.986,9, tasa que resulta de comparar el saldo con el que tenía hace doce meses.
Lo resaltante de estas cifras radica en que el crecimiento de los medios de pago de la economía se produjo mientras las reservas internacionales, principal fuente de la liquidez, se contrajeron.
Para el cierre del 3/7/17 las reservas internacionales tenían un saldo de 8.445 millones de dólares. Esto recoge una contracción de 1.217 millones de dólares, pérdida que equivale al 12,6%. En términos interanuales, perdió 1.590 millones de dólares, o sea 15,8% menos..
En vista de que las reservas internacionales constituyen el principal soporte de la liquidez, los economistas suelen medir su relación para determinar cuánto de los bolívares en circulación están soportados por la liquidez.
El cociente resultante, también denominado “cambio implícito”, muestra también la fortaleza o poder de compra externo de la moneda.
Visto lo anterior, para comienzos de julio de 2017 cada dólar de reserva respaldaba 2.313,9 bolívares en circulación. Doce meses después tal relación llegó a 194.861,12 bolívares por cada dólar de reserva. Es decir, un deterioro de más de 8.321%.
El sostenido crecimiento de la liquidez monetaria afectó no solo el poder de compra externo del bolívar, al demandar cada vez más unidades para comprar un dólar, sino también el interno.
Al ser un crecimiento no soportado por una actividad económica en expansión, la excesiva liquidez circulante se ha convertido en factor de presión sobre los precios, determinando así una caída en el poder de compra interno del bolívar.
A pesar de que no se conocen cifras oficiales de la autoridad monetaria, es patente la pérdida de poder adquisitivo, dado que cada vez se requieren más bolívares para comprar la misma cantidad de bienes y servicios que antes se hacía con menos bolívares.
Incluso, a tal punto ha llegado que se ha anunciado un proceso de reconversión monetaria que plantea la eliminación de ceros a la moneda para hacer más manejables los volúmenes de las transacciones.
El crecimiento de la liquidez monetaria por encima de la capacidad de la economía para absorberlo, se refleja en una profundización del desequilibrio monetario y macroeconómico, al que alimenta.