En la parroquia Tocuyito, la comunidad de “El Oasis”, está sufriendo todas las calamidades. Las desgracias siempre llegan juntas, pero con este gobierno llegaron en pelotón y a paso de vencedores. Está semana fue particularmente dura para sus 500 familias, primero, se quedaron sin agua dado que el transformador que alimenta la bomba del pozo se dañó (ya no daba para más, era de segunda mano y lo que debió ser provisional se convirtió en permanente). Pero luego de buscar otro transformador, las fallas eléctricas fueron diarias, tanto para “El Oasis” como para el resto del municipio. En esta comunidad, al no tener electricidad, tampoco se tiene agua.
Pero allí no termina todo, una ventisca reciente, tumbó ramas y arboles en varias zonas del municipio, pero hubo un caso, el de un humilde vecino de “El Oasis”, al que se le levantó todo su techo y pasó las de caín perdiendo enseres y demás. Al mismo tiempo, el alcalde Juan Perozo publicaba un “Tweet” negando que existieran danificados en la jurisdicción. Los bomberos nunca llegaron a socorrerlo.
Además, tanto “El Oasis”, como algunas otras comunidades adyacentes, recibieron la amarga noticia de que el punto de distribución de gas doméstico dejó de trabajar. Ya han pasado 3 semanas y no hay noticias de operativo o alguna venta de bombonas cercanas. Pronto varias familias tendrán que cocinar con leña (cosa difícil de encontrar en época de lluvias).
Esos problemas recientes se suman a otra larga lista de dolencias viejas, entre ellas: tener calles completas en total oscuridad por falta de bombillos en los postes de la iluminación pública, la Escuela Básica Ofelia Matute poco a poco se queda sin docentes, sin estudiantes y sin Programa de Alimentación Escolar (y también fue visitada por el hampa). Hay varios botes de aguas negras en la zona y, para completar, la crisis del transporte está obligando a los vecinos de “El Oasis” a caminar hasta Tocuyito para poder ir hasta su trabajo. Hace rato que nos quedamos sin busetas y aquí no llegan ni los transcarabobo, ni los transdracula, ni los transbaranda.
Dirían algunos, pero ¿por qué los vecinos de “El Oasis” no protestan? porque hay la amenaza persistente de voceros ligados al oficialismo que le dicen a la gente que si protesta no llegará el CLAP.
También habrá algún otro iluso que pregunte: ¿por qué no llaman a los medios, al alcalde, a los concejales para que se sepa todo eso? Hace rato, que la política intimidatoria del alcalde Juan Perozo cerró los pocos programas de denuncia en las radios locales entre ellos el del diputado Leandro Domínguez y el mio. Yo tuve suerte, al diputado una banda criminal lo agarró a golpes saliendo de una emisora. En el caso de los medios impresos, ya no tienen corresponsales en esta entidad. Además, las autoridades locales, como ven, son refractarios a las necesidades de la gente. Les resbala el sufrimiento del pueblo.
Saldrá otro por allí a preguntar: ¿por qué no usan las redes sociales para denunciar todo lo que pasa? Bueno, ese dato no se los habia dado, desde hace casi un mes, no hay señal telefonica en “El Oasis” (ni Movilnet, ni Movistar, ni Digitel). Así que mientras no logremos entrenar palomas mensajeras para que cuelguen las denuncias del pueblo en twitter, facebook o instagram, nadie sabrá lo que sucede en “El Oasis”.
“El Oasis” se convirtió en desierto… Sin agua, sin luz, sin gas, sin calles iluminadas, casi sin escuela y sin derecho a pataleo. Pero aquí está este espacio, para que alguien lo lea, para que alguien lo sepa, para que quede constancia de que muchos sufren la ineficiencia de unos pocos, de una minúscula mafia que secuestró el gobierno y dejó al pueblo mirando lejos. #ADenunciarSinMiedo
Julio Castellanos / [email protected] / @rockypolitica