Venezuela fue una vez el país más próspero de América Latina. Durante la última década, la mala administración de los fondos estatales y el colapso de una economía unidimensional que depende en gran medida de las exportaciones de petróleo han enviado al país a una espiral descendente. La situación humanitaria en Venezuela se ha deteriorado desde 2014, con tasas alarmantes de pobreza extrema, desnutrición y una de las tasas más altas de homicidios en América Latina. La moneda venezolana, el Bolívar, se ha vuelto prácticamente inútil, con una inflación que alcanza el 2,600 por ciento en 2017, agotando las pensiones y haciendo que los salarios de los empleados gubernamentales relativamente bien remunerados y los profesionales calificados sean insuficientes para cubrir las necesidades básicas de sus familias, reseña reliefweb
Sin un final a la crisis a la vista, los venezolanos están dejando su país en números récord. Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de 1.5 millones de venezolanos han migrado en los últimos dos años. Este nivel de movimiento está a la par con los niveles de refugiados de los sirios que huyen de la guerra a países vecinos y los refugiados rohingya que huyen a Bangladesh. La mayoría de los refugiados venezolanos se han establecido en ciudades en las fronteras de Colombia y Brasil, como Cúcuta y Boa Vista, viajando frecuentemente de ida y vuelta para traer dinero a casa.
Aunque no es un país fronterizo con Venezuela, Perú también está viendo un número cada vez mayor de refugiados, con aproximadamente 1.000 que llegan cada día. Los puntos fronterizos en Perú no están equipados para recibir grandes afluencias de refugiados, que a menudo tienen mala salud y necesitan atención médica inmediata, alimentos, agua y suministros de higiene. El riesgo de violencia sexual y de género, trata de personas y explotación también es una preocupación creciente para las autoridades locales y nacionales.
Esfuerzos internacionales de respuesta humanitaria
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) está expandiendo sus operaciones en Colombia durante los próximos dos meses y está trabajando con organizaciones locales para establecer centros de recepción adicionales para refugiados. En el norte de Perú, los centros de recepción del ACNUR que fueron construidos para recibir de 200 a 300 refugiados están tratando de administrar entre 1,000 y 1,200 llegadas por día.
Varias organizaciones humanitarias grandes han lanzado respuestas a la crisis, incluido el Comité Internacional de Rescate, Mercy Corps y Catholic Relief Services. Sin embargo, hasta ahora la respuesta se ha enfocado en las áreas fronterizas donde los refugiados están llegando, dejando las áreas urbanas donde la mayoría busca establecerse abandonada y sin servicios de recepción básicos para facilitar su integración en la sociedad.
Las cifras son claras:
1.5 millones
De venezolanos huyeron desde principios de 2017
353,000
Refugiados venezolanos están actualmente en Perú
Hay 20,000
Solicitudes de asilo en Perú en 2017
Más de 1,000
Venezolanos que ingresan al Perú diariamente
Fuente: ACNUR, Venezuela. 2018