Con pancartas y consignas exigiendo mejoras salariales para los trabajadores de la salud, médicos, enfermeros, trabajadores administrativos y pacientes del Hospital Oncológico del Táchira tomaron las calles una vez más en demanda de salarios dignos que permitan a los pacientes contar con el personal adecuado para el diagnóstico y tratamiento de sus enfermedades.
La enfermera Marjorie Ramos explicó que este jueves cumplieron 25 días de protestas a nivel nacional, sin que hasta el momento el gobierno del presidente Nicolás Maduro haya prestado oído a sus solicitudes.
“El problema de los bajos sueldos está ocasionando abandono laboral, renuncias masivas y migración, no sólo en el sector salud sino en todas las dependencias públicas”, dijo al tiempo de agregar que a ello se suma la falta de insumos. “Nuestros pacientes oncológicos no tienen suministro de quimioterapias desde hace ya varios meses, lo cual pone en riesgo sus vidas”.
Destacaron los trabajadores que el Hospital Oncológico del Táchira es el único que continúa prestando servicio en toda la región occidental, y actualmente atiende unos 700 pacientes por semana, tanto de diversos estados de Venezuela como provenientes de Colombia. “De 162 enfermeros que laborábamos en esta institución, sólo quedan 51, los cuales devengan un salario de 3 millones 600 mil bolívares”. Cabe destacar que un cartón de huevos de 30 unidades tiene un valor cercano a los 7 millones de bolívares.
Sandra Álvarez, paciente oncológico diagnosticada con Cáncer de Mama recurrente, señaló que desde el mes de enero no ha podido recibir tratamiento, debido a que están agotados en el país, y adquirirlos en Colombia escapa de su presupuesto debido al cada vez más amplio diferencial entre el bolívar y el peso colombiano. “Hay tratamientos que son semanales y otros que son mensuales, pero realmente a los pacientes no nos alcanza el dinero y quedamos a expensas de que la enfermedad regrese”, explicó.
Mildred Milano, quien hace dos años fue diagnosticada con cáncer de mama, tras ser operada tiene ya un año sin recibir tratamiento por falta de recursos, pues hace más de un año que el estado venezolano no suministra medicamentos de alto costo a los pacientes oncológicos.
“Aparte de eso, vemos cómo nuestros médicos tratantes abandonan la consulta para irse del país, nuestras enfermeras renuncian a sus cargos para tratar de ganarse la vida en otras áreas, pues los sueldos que perciben no les alcanzan ni siquiera para medio vivir, entonces nos sentimos agobiados por la deseperanza de no contar con esas personas en quienes confiamos y tampoco poder comprar los medicamentos que requerimos, estamos verdaderamente desasistidos como pacientes”, expresó.
El gremio de la salud lleva semanas protestando, en exigencia de mejoras salariales y atención a la crisis hospitalaria que se vive en el país.
Colapsan las estructuras hospitalarias
A unos cientos de metros de donde se producía esta protesta, el coordinador del programa de Salud Renal, Yeferson Contreras alertaba sobre el riesgo que se cierne sobre los pacientes renales del estado Táchira, por cuanto el colapso del techo en la unidad de hemodiálisis del Hospital Central de San Cristóbal ha obligado a paralizar la atención de los cerca de 600 pacientes renales que atiende semanalmente esta unidad.
“Nos vemos en la necesidad de informar a la colectividad que debido a las fallas no hemos podido aplicar el tratamiento tres veces por semana, como es debido, provocando una situación de emergencia porque los pacientes no pueden pasar más de dos días sin realizarse el tratamiento”, indicó Contreras.
La situación obliga –según el galeno- a declarar en emergencia la salud renal en el estado Táchira, debido a la falta de equipos y plantas de ósmosis en el estado, lo que impide atender adecuadamente a la cantidad cada vez más creciente de pacientes que requieren de diálisis. “En Táchira hay 5 unidades extra hospitalarias que no pertenecen a la Corporación regional de Salud, la del Hospital central de San Cristóbal que contaba con 17 máquinas, de las cuales sólo cuatro estaban operativas; la del Seguro Social también con cuatro máquinas operativas y otras tres en el sector privado de salud”.
Destacó Contreras que día a día siguen llegando pacientes, “producto de la falta de medicamentos para el tratamiento de las enfermedades que más complican los riñones, que son la diabetes y la hipertensión, lo que aunado a la falla en las máquinas disponibles para diálisis, lleva una crisis de emergencia en el área de nefrología en toda la entidad”.
Con información de: La Opinión