Rusia informó hoy de la evacuación en las últimas horas de 2.771 civiles del suroeste de Siria, una zona controlada por facciones islamistas y milicias opositoras que es objeto de una amplia ofensiva del Ejército sirio.
EFE
Los civiles, entre ellos 660 mujeres y 1.045 niños, fueron evacuados a la provincia norteña de Idleb, según un comunicado del Centro ruso de recepción, distribución y alojamiento de refugiados con base en el país árabe.
En total, según los militares rusos desplegados en Siria, las provincias sureñas de Deraa y Al Quneitra fueron abandonadas por más de 45.000 civiles desde el pasado 27 de junio.
La provincia de Idleb, fronteriza con Turquía, es último refugio de la oposición armada siria, expulsada por las fuerzas leales al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, prácticamente de todo el resto del país.
El Ejército sirio, en sus sucesivas ofensivas para recuperar territorios controlados por la oposición -en Alepo, Guta Oriental, la margen izquierda del río Éufrates y en los últimos días, en la sureña provincia de Deraa- ha permitido que milicianos y civiles contrarios al Gobierno fueran evacuados desde esas zonas a Idleb.
El embajador ruso en Siria, Alexandr Kinschak, dejó entrever hace dos días que Idleb podría correr en los próximos meses que el resto de las provincias del país que estaban en manos de la oposición.
“Si se fijan en cómo transcurre la operación antiterrorista en las provincias del sur, verán que allí conseguimos resultados principalmente gracias a negociaciones y sin recurrir a la fuerza. No descarto que en Idleb pueda ocurrir algo parecido”, dijo tras participar en Moscú en una reunión de embajadores ruso con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
Los militares rusos en Siria denunciaron la pasada madrugada que “extremistas” de Idleb intentan “irrumpir en el norte de la (vecina) provincia de Homs con ayuda de terroristas suicidas”.
“Las fuerzas gubernamentales sirias se ven obligadas a tomar las correspondientes medidas para estabilizar la situación en la región”, declaró a medios rusos el comandante del centro, Alexéi Tsigankov.