A los efectos de conformar una gran mayoría que adverse a este nefasto gobierno, que nos ha conducido a la mayor crisis de la historia política, social y económica en el país, hemos sostenido que todo el mundo hace falta. De igual forma que la unidad no puede ser un conjunto vacío, sin proyecto de cambio o en el inmediatismo de salir del Gobierno ¡ya! para distribuir cargos o candidaturas. Sin embargo, apoyamos las líneas de acción de los partidos políticos (MUD), desde solicitar revocatorio, exigir la renuncia del Presidente hasta el 333 y 350, pensando que aunque tengamos diferencias de objetivos y estrategias, esa unidad podría producir enmienda y rectificación, que nunca llegó.
Los partidos políticos no sólo han continuado excluyendo al resto de factores, llámense universidades, gremios, sindicatos, organizaciones sociales…sino que han estado trabajando en su fortalecimiento y de sus liderazgos. Por eso cada día más débiles y con menos credibilidad.
Grandes y elocuentes anuncios que deslucen frente a la falta de acción real, denuncias de acomodos y negocios con el gobierno, que los deja al desnudo. A pesar de que cada día los venezolanos rechazan al gobierno, ni los partidos políticos, ni nadie lo capitaliza. Por eso todas sus acciones en pro del cambio han fracasado, desde el revocatorio, abandono del cargo, la renuncia hasta el 333 y 350, desobediencia civil… acciones cortoplacistas, que tuvieron como norte el protagonismo y la notoriedad. Sin engañar a nadie sino a ellos mismos.
Porque la gente sabe todo y por eso no acompañó las guarimbas, ni a esos líderes de barro. En uno de los recogidos por los caseríos de Barcelona haciendo campaña para las primarias de la gobernación (2016), una persona me dijo: Usted está perdiendo su tiempo, Señora, ya aquí hay candidato impuesto. No supe oír y respondí que eso no era así, que había un compromiso de los partidos políticos con la sociedad civil que los obligaba moralmente a realizar primarias, el tiempo le dio la razón al Señor.
Ahora, en una de esas largas, tediosas e inútiles colas para sacar 20 mil bolívares en efectivo, me dijo un Señor, un luchador social, que son los que saben cómo se bate el cobre, Usted está equivocada no todos hacemos falta, hay gente que estorba, que son conocidos por pillos, sinvergüenzas… se sabe que cuando lleguen lo que van es a robar, como ha ocurrido.
Esta crítica me llevó a la conclusión de que no todos hacemos falta. Porque si queremos adelantar unos cambios no podemos hacerlo con personas que no creen ello ¡No se puede convencer cuando no se cree! De allí una reflexión más importante en el sentido de que los cambios en este país hay que trabajarlos desde los valores honestidad, responsabilidad, compromiso, reconocimiento, inclusión… de cara a la gente que sabe ¿qué quiere? y ¿cómo lo quiere? lo que necesita son herramientas para expresar y canalizar sus necesidades ¿cuántos creemos en eso? Esos son los que hacen falta.
@carlotasalazar