Mientras buena parte del sur de Europa disfruta un verano benigno, los países del norte y el centro europeo sufren una inusual ola de calor, con temperaturas récord como la máxima histórica de 34,4 grados registrada en Suecia y alertas por el riesgo de incendios. EFE
Hasta 70 fuegos ha llegado a haber activos al mismo tiempo en Suecia, algunos de grandes dimensiones que han obligado a evacuar varias localidades, después de semanas sin precipitaciones y de altas temperaturas desconocidas para su población.
El mayor fuego se declaró en la región central de Jämtland y durante una semana calcinó 20.000 hectáreas pese al envío de ayuda en la extinción de seis países europeos.
En Alemania este es el verano más caluroso en 15 años: el este y la región de Frankfurt se encuentran en máxima alerta de incendios y uno se ha declarado ya en el suroeste de Berlín.
Los agricultores del este y suroeste del país se han visto afectados por la sequía, pues entre abril y junio ha llovido menos de la mitad del promedio habitual.
La ausencia de lluvia y las temperaturas de más de 35 grados han motivado ya cortes de agua en varios municipios en Bélgica.
Los centros de crisis en Valonia y Flandes han decretado el nivel naranja tras registrar temperaturas por encima de los 33 grados durante varios días consecutivos y han alertado de que algunos bosques están “extremadamente secos”.
Zonas del país eminentemente rurales como las Ardenas se consideran ya “altamente inflamables”, según los bomberos de Lieja.
La situación es parecida en el resto del Benelux: En Holanda, la oficina meteorológica espera que la situación persista y se viva el mes más seco desde que comenzaron los registros en 1901, con temperaturas por encima de los 38 grados este fin de semana.
El calor y la falta de lluvia de las últimas semanas han reducido los niveles de agua, lo que ha significado la muerte de especies marinas (más de mil peces solo en un lago cerca de Rotterdam).
El mismo problema con el agua están teniendo el Reino Unido -donde hoy esperaban batir el récord de calor de toda su historia, superando los 38,5 grados- e Irlanda.
Las altas temperaturas desde hace varias semanas han llevado a las autoridades británicas a restringir el agua en algunas partes del país: desde el pasado 16 de julio y hasta el 5 de agosto, cerca de siete millones de clientes domésticos de las regiones del noroeste de Inglaterra tienen prohibido usar mangueras.
En Irlanda, la misma prohibición estará en vigor hasta el 31 de julio.
En Francia la previsión para hoy es llegar a los 37 grados en el este del país y 25 de los 96 departamentos de la Francia metropolitana están en alerta naranja por el calor o las tormentas que harán su aparición en el oeste a lo largo de la jornada.
Ya la noche del jueves fue especialmente calurosa, sobre todo en París, donde se registraron 24,6 grados, un récord que no se alcanzaba en julio desde 1976.
En Austria, los meteorólogos han anunciado desde hoy diez días de calor con temperaturas de más de 30 grados.
Este verano también se han multiplicado las tormentas por las fluctuaciones de las temperaturas y en algunas zonas alpinas se dan ya señales de sequía que han comenzado a afectar a la producción de pasto para ganado.
Las altas temperaturas en el país centroeuropeo durante las pasadas semanas han adelantado las cosechas de cebada, centeno, trigo, uva y calabazas, entre otras.
Los meteorólogos checos también aumentaron hoy las alertas por la ola de calor -se espera alcanzar hoy temperaturas entre 30 y 33 grados en el noroeste- y el peligro de incendios en el nordeste, que puede también afectar a otras regiones como Pardubice y Hradec Kralove. Hay avisos también de fuertes tormentas.
Igualmente ocurre en Rumanía, que ha activado el código amarillo hasta la noche de mañana por la inestabilidad atmosférica en la mayor parte del país balcánico, con lluvias torrenciales, relámpagos y fuertes vientos, un tiempo que los meteorólogos han calificado de “caprichoso” e “inusual” al no parecer propiamente veraniego.
A finales de la pasada semana, dos personas perecieron ahogadas a causa de las inundaciones por las intensas lluvias en el noreste del país. En agosto se anuncia que subirán las temperaturas, especialmente en el interior.