El 11 de septiembre de 1973, el Dr. Pedro Tinoco era el invitado al programa, Buenos Días, de Carlos Rangel y Sofía Imber. Hablaban de las elecciones. Del acuerdo con Marcos Pérez Jiménez que se supone apoyaría la candidatura presidencial del Dr. Tinoco. De pronto, Carlos Rangel interrumpe la entrevista para leer un avance de última hora: que Salvador Allende “ha sido destituido”. El periodista dice que abre un paréntesis en la temática local con el propósito de que el invitado haga un comentario sobre la noticia que acaba de anunciar. El Dr. Tinoco responde:
Por: Juan Carlos Zapata @periodistajcz | KonZapata.com
-Creo, realmente, que es una noticia trascendental. Personalmente considero que hubiera sido más sano para Chile que el gobierno de Allende hubiese continuado hasta su fracaso total. Creo que hubiera sido la demostración de por qué el socialismo en Latinoamérica no trae sino hambre, represión y miseria y por qué los pueblos latinoamericanos tienen que buscar su felicidad por los caminos más sólidos de la democracia y del desarrollo.
La declaración cobra hoy en Venezuela una vigencia especial. Por la crisis. Por la situación social. Por las protestas. Porque el Gobierno se asoma sin rumbo, sin soluciones. Por lo que viene. Más crisis. Más hiperinflación. Menos divisas petroleras. Racionamiento de gasolina. Más Carnet de la Patria. Más control. Más chavismo. Más socialismo chavista. Más fracaso. Más protestas. Y, con ello, más voces dentro del chavismo que se alzan críticas hacia el modelo económico. También cobran vigencia por la propuesta de algunos sectores de que la fuerza militar debe intervenir. Que ya es tiempo. Aunque desde AD siempre se ha alertado del peligro de abrir las compuertas a la solución militar. Del riesgo que ello entraña. Desde el chavismo ha habido reacciones similares. El exministro Jorge Giordani ha alertado sobre la eventual aparición de un monstruo, el Pinochet bolivariano. Pero Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA, no ha ocultado que ante lo imposible de que Nicolás Maduro y su grupo se aparten del poder, les corresponde reaccionar a la Asamblea Nacional Constituyente, a Diosdado Cabello y a la Fuerza Armada, ya que el vendaval de la crisis puede arrasar lo que queda del chavismo.
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