Los dos apagones que se registraron ayer y que afectaron al 80% de la Gran Caracas generaron pérdidas millonarias a los comerciantes varguenses en vista de la escasez de dinero en efectivo que obliga a realizar todas las operaciones a través de puntos de venta. Así lo reseña laverdaddevargas.com
Por César Herrera
Una gran cantidad de comercios bajaron sus santamarías, mientras otros esperaron pacientemente por la restitución del servicio eléctrico para poder retomar las actividades.
Luis Escobar, del Automercado Bazar Las Dos Estrellas, en Macuto, explicó tras cuatro horas sin energía eléctrica que en ese tiempo se habían dejado de facturar al menos 300 millones de bolívares, sin contar con las pérdidas producto de la paralización de la producción.
“Nuestro horno es eléctrico, de manera que si no tenemos luz se nos paraliza todo el negocio. No es solamente que dejamos de vender porque al no haber punto no hay ventas, sino que también dejamos de producir; el resultado es que aun después del apagón seguiremos perdiendo porque no vamos a tener mercancía”, indicó.
Escobar añade que los apagones no son atípicos, de hecho, la semana pasada asegura que hubo cuatro. “Uno de esos bajones de electricidad dañó una nevera, y Corpoelec no se hace responsable por los gastos. Ya uno ni reclama porque no sirve de nada”, afirmó.
Por su parte, Julio Gómez, de la frutería Feria de la Verdura y Víveres, ubicada en Maiquetía, asegura que cada dos días sufren un apagón de unas tres horas: “Solo podemos esperar a que venga la luz, porque ni una planta eléctrica se puede comprar hoy en día; apenas alcanza para medio comer”.
Explica que debido a los apagones, muchas veces se le pudren las frutas, ya que sin electricidad no se puede vender. “Lo que hacemos es comprar menos mercancía, porque inevitablemente se termina vendiendo menos”.
José Goncalves, de la pescadería Macuto, asegura que los apagones impiden las ventas por completo, incluso en efectivo, ya que sus balanzas son electrónicas. “Aunque viniera gente con efectivo, que es algo que no pasa, no podríamos venderle”.
Señala que los apagones se han vuelto comunes: “La semana pasada hubo uno que se extendió por cuatro horas”. Asegura que su mercancía no se ve afectada porque cuentan con congeladores en los que se conservan los pescados y mariscos por hasta tres días, “pero de no ser así, ya habríamos caído en quiebra hace tiempo”.