La Alianza Cívica de Nicaragua, que participa en un diálogo con el Gobierno para superar la crisis local, dio hoy su apoyo al “grupo de trabajo” de la Organización de Estados Americanos (OEA), para apoyar en la solución al conflicto, que ha cobrado entre 317 y 448 vidas.
EFE
“Desde la Alianza Cívica respaldamos la conformación del ‘grupo de trabajo’ para Nicaragua por parte del Consejo Permanente de la OEA”, informó la organización, en sus redes sociales.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -compuesta por empresarios, sociedad civil, estudiantes y campesinos- representa a la población en el diálogo nacional con el Gobierno, que actúa en representación del presidente Daniel Ortega.
Con 20 votos a favor, cuatro en contra, ocho abstenciones y dos ausencias, la OEA aprobó este jueves la creación de un “grupo de trabajo” para la “búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles” a la crisis más sangrienta en Nicaragua desde los años 80 del siglo pasado, reflejada en ataques del Gobierno a las personas que protestan contra el mandatario Daniel Ortega.
El “grupo de trabajo” tiene entre sus objetivos apoyar el diálogo nacional, con la mediación de la Iglesia católica, y que se encuentra estancado debido al rechazo del Gobierno a adelantar para marzo de 2019 las elecciones de 2021.
El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, advirtió que su Gobierno “no va a permitir que llegue al país, al territorio, ningún grupo de trabajo creado por el Consejo Permanente de la OEA”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias”, lo que Ortega ha negado.
Las protestas contra Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.