El presidente de Zimbabue Emmerson Mnangagwa llamó este jueves a encontrar soluciones pacíficas, mientras el ejército patrullaba las calles de Harare a la espera de los resultados de la elección presidencial, después que la represión contra los manifestantes que denuncian fraude dejó tres muertos. AFP
La Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC) pidió este jueves a la población de “paciencia” mientras se realiza el escrutinio definitivo.
“La ZEC implora al público paciencia mientras recopilemos los resultados finales”, declaró un alto responsable de la comisión electoral Qhubani Moyo, en una conferencia de prensa en Harare.
En Zimbabue se realizaron el lunes las primeras elecciones generales después de la caída del presidente Robert Mugabe en noviembre tras 37 años en el poder. Esta votación marcaba un giro en la historia de este país, donde las elecciones han sido frecuentemente empañadas por denuncias de fraude y violencia.
Pero el miércoles, el anuncio de una victoria abrumadora en las legislativas del partido Zanu-PF, en el poder desde 1980, provocó protestas en la capital, los militares salieron a reprimir abriendo fuego y tres personas murieron por disparos, según la policía.
Este jueves, el presidente Mnangagwa, exhortó a “solucionar pacíficamente” las diferencias con la oposición.
“Es más importante que nunca que estemos unidos y que nos comprometamos a solucionar nuestras diferencia pacíficamente” y “dentro de la ley”, declaró Mnangagwa.
“Estamos en contacto con Nelson Chamisa [el líder de la oposición] para hablar de cómo desactivar” la crisis, agregó el presidente en Twitter.
Zimbabwe espera los resultados de la presidencial, en la que compitieron Emmerson Mnangagwa – de 75 años y ex brazo derecho de Robert Mugabe – y Nelson Chamisa – 40 años y recientemente impulsado como líder del Movimiento para el Cambio Democrático(MDC).
La comunidad internacional – Reino Unido, Estados Unidos y la ONU -, hizo un llamado a la “moderación” por parte del poder político y de las fuerzas del orden.
Los observadores electorales de la Commonwealth pidieron a la comisión electoral “anunciar, sin más demoras, todos los resultados de las elecciones”.
Tenso compás de espera
El jueves los policías antimotines estaban estacionados delante la sede del opositor MDC, mientras que un grupo de militares vigilaban las oficinas del partido oficialista Zanu-PF.
Soldados enmascarados sacaban a los vendedores ambulantes de una acera cerca del centro de la ciudad, pero en los mercados de la capital la actividad seguía con normalidad.
“Yo no sabía si era seguro venir a trabajar”, explicó el jueves un empleado de un estacionamiento a la AFP en Harare. “Nos consultamos entre nosotros. Algunos de mis colegas no sabían qué hacer”, agregó.
En los bancos podían observarse largas colas para sacar dinero, una escena bastante común en Zimbabue donde hay una grave escasez de efectivo.
El gobierno advirtió el miércoles que no “toleraría” ninguna objeción al resultado del proceso electoral.
“Qué pérdida de tiempo haberse inscrito en las listas electorales, haber votado para tener al final personas muertas”, lamentó Sharon Nhamo, una empleada de 40 años.
El presidente Mnangagwa, que intenta diferenciarse de su predecesor, había prometido elecciones libres, pacíficas y transparentes, con la esperanza de atraer nuevamente a los inversionistas occidentales a su país al borde de la quiebra.
“Es realmente decepcionante”, estimó por su parte Timie Manuwere, 37 años, que criticó el manejo con “mano dura” que ha hecho el gobierno de esta situación.
Mnangagwa sucedió a Robert Mugabe tras el un golpe militar que llevó al líder nonagenario a renunciar al poder. El nuevo presidente confió a militares varios puestos clave de su gobierno.
“Fuimos ingenuos, incluida la comunidad internacional”, estimó Ibbo Mandaza, un analista del grupo de reflexión Southern African Political and Economic Series (SAPES) con sede en Harare.
“Nos negamos a llamar un golpe, golpe y la comunidad internacional fue ingenua al pensar en que habría elecciones libres y justas bajo un gobierno militar”, declaró a la AFP.
Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta en la primera vuelta presidencial, se realizará una segunda vuelta el 8 de septiembre.