El presidente Sebastián Piñera promulgó este viernes la ley que prohíbe la entrega en todo Chile de bolsas de plástico en el comercio, convirtiendo al país en el primero en adoptar esta estricta legislación en América del Sur.
AFP
Chile se suma así a la sesentena de países en el mundo que han tomado medidas para reducir la contaminación producida por los 10 millones de bolsas que se consumen a cada minuto.
Desde este viernes y hasta que se venza el plazo de adecuación de seis meses, el gran comercio chileno podrá entregar “un máximo de dos bolsas plásticas de comercio a los consumidores, por cada compra que realicen”, dice el texto de la ley.
“Podemos vivir sin ellas, podemos vivir sin las bolsas plásticas”, aseguró a la AFP, Juan Alberto Urbina, jefe de una tienda de zapatillas en el centro de Santiago.
Cumplida esa fecha, la prohibición será total para supermercados, farmacias y otros grandes comercios, mientras que en los almacenes pequeños o de barrios la normativa entrará en vigor en dos años más a partir de la publicación este viernes de la ley en el Diario Oficial.
La legislación excluye a los envases primarios de alimentos “que sean necesarios por razones higiénicas o porque su uso ayude a prevenir el desperdicio de alimentos”.
Se establece, además, una multa de 370 dólares por cada bolsa de plástico entregada para quienes incumplan la ley en todo Chile, donde según datos del gobierno se producen cada año 3.200 millones de bolsas plásticas.
“Una bolsa plástica toma segundos en producirse, se utiliza menos de 30 minutos, desde el supermercado a la casa, y después se demora 400 años en biodegradarse. Es decir, por un minuto, o por unos minutos, después la naturaleza sufre el efecto de la bolsa plástica por más de 400 años”, dijo este viernes Piñera.
Un 90% de ellas termina en vertederos o en el mar, donde son consumidas por aves y peces.
“No podemos seguir por ese camino y por esta razón, Chile se está convirtiendo en el primer país de América Latina y uno de los primeros países del mundo en decirle chao a las bolsas plásticas”, agregó el mandatario al promulgar la iniciativa en el céntrico paseo Ahumada de Santiago.
Cambiar la cultura de vida
Al terminar la ceremonia, Piñera repartió bolsas de tela a los transeúntes, un objeto que desde ahora se tendrán que volver a acostumbrar a usar los chilenos.
También tendrán que buscar otras formas para contener la basura doméstica, que hoy la mayoría empaca en las bolsas que les entregan en los supermercados. Una práctica “tremendamente inapropiada, porque se rompen con mayor facilidad y no cumplen con la función de trasladar los residuos a los rellenos sanitarios”, explicó a la AFP la ministra de Medioambiente, Marcela Cubillos.
“Yo creo que el ser humano es un animal de costumbres y si eliminan algo hay que utilizar otra cosa y acostumbrarse no mas”, declaró a la AFP, Ximena Díaz, una consumidora de un supermercado en Santiago.
En Chile, además, sólo un 4% de los 17,5 millones de sus habitantes recicla.
“Lo que queremos hacer es muy simple: queremos cambiar la cultura de vida de los chilenos”, agregó Piñera.
La iniciativa chilena es una de las pioneras en América Latina, una región que lidera según la agencia ONU Medio Ambiente “medidas audaces contra las bolsas plásticas”.
Además de Chile, Colombia aplica un impuesto desde el año pasado a las bolsas y Panamá también aprobó en enero una prohibición total en comercios, aunque dio más plazo (18 meses) para adecuarse a la norma antes de su entrada en vigencia.
Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice y Costa Rica y algunas ciudades como Buenos Aires han algunas implementado medidas de lucha contra las bolsas de plástico.
De acuerdo a los datos de la ONU, se consumen 5 billones de bolsas de plástico en el mundo al año, la mayoría hechas de polietileno, un derivado del petróleo que demora cerca de 500 años en biodegradarse. Cada año se vierten en el océano 13 millones de toneladas de plásticos.