El acto de Barquisimeto, por Luis Velázquez Alvaray

El acto de Barquisimeto, por Luis Velázquez Alvaray

La Venezuela democrática del futuro realizó en el Obelisco de Barquisimeto una asamblea ciudadana, que marcará pauta en la historia del País. Su significado es de múltiples dimensiones.

Fue un homenaje a los presos políticos y perseguidos del régimen, representados allí por el luchador social Alfredo Ramos. La causa Ramos, como le llame en el momento de su arbitraria detención, es un símbolo inequívoco de la Venezuela que aporta a los principios Republicanos: líderes, mártires, desterrados y perseguidos por el solo hecho de aspirar un país libre. La Causa Ramos es la justa iniciativa por los derechos humanos. Es la lucha de Leopoldo López, privado de libertad por levantar las banderas patrióticas. Es la de Antonio Ledezma, hoy en el exilio, por querer un país distinto, a tono con la civilización y contra esta barbarie que nos azota. La Causa Ramos refleja a todos los presos políticos, que desde sus calabozos gritan por un País digno. Desde el cielo hasta el obelisco vibró la memoria de los Venezolanos y Nicaragüenses asesinados por el Chavismo- Orteguismo, entreguistas por igual al régimen neo-colonialista de la Habana.





En esta asamblea culmina la primera etapa de una lucha sin descanso desarrollada por el dirigente Andrés Velásquez, que impulsa un paro nacional. Paro nacional, que es la propuesta política de mejor diseño en los últimos tiempos y que ha sido acogido por la mayoría democrática, los gremios, sindicatos, movimiento estudiantil y en general el 90 por ciento de Venezolanos. La iniciativa de Velásques es asumida por la dirigencia rebelde. Allí intervinieron María Corina Machado, Lilian Tintori, Alfonzo Marquina. Los jóvenes de la Causa R, Vente Venezuela, Alianza Bravo Pueblo, Voluntad Popular, Primero Justicia, que han decidido, además de impulsar este paro, acompañar las protestas que a cada hora organizan en el país los diferentes sectores y gremios.

Un acto de unidad nacional como el del Obelisco, reconforta la lucha para la salida de la tiranía. Recordemos que la caída del dictador anterior a Chávez, Pérez Jiménez, germinó con una huelga de la prensa, que desencadenó un paro nacional. En pocas horas impulsó la huida. En ese paro convergieron los partidos, los estudiantes, los empresarios, los gremios. El pueblo.

Creo como Ledezma, que este acto dejará una impronta en la lucha por la libertad. Para ello Tintori llamó a caminar juntos para lograr el cambio. El mismo Señalamiento hizo Marquina: “hoy más que nunca es necesaria la unidad y este acto es una muestra”.

El obelisco será iluminado por el sol de la democracia.