El nuevo brote de ébola detectado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) es probablemente de la cepa Zaire y afecta ya a diez lugares en torno al epicentro, la ciudad de Mangina, en la provincia de Kivu del Norte y cerca de la frontera con Uganda, dijo hoy la OMS.
EFE
El vicedirector general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Preparación y la Respuesta ante Emergencias, Peter Salama, señaló hoy en rueda de prensa que, “según los resultados de laboratorio más recientes, parece muy probable que se confirme que se trata de la cepa Zaire”.
La OMS espera los resultados del análisis de la secuencia genética de la cepa para el próximo martes, indicó.
“Si se confirma que es el Zaire, entran en juego las vacunas y estamos haciendo ya preparativos para ello”, señaló el experto de la OMS, que explicó que se trata de la misma cepa que en el anterior brote de ébola en la provincia de Ecuador (noroeste), que fue declarado superado solo ocho días antes de estallar el nuevo.
“Es una noticia buena y muy mala a la vez”, recalcó Salama, dado que la variante del Zaire es la “más mortal” de todas las cepas.
“La buena noticia es que, aunque sea aún un producto en investigación, tenemos una vacuna segura que podríamos desplegar”, desde Kinshasa, donde la OMS dispone de 3.000 dosis de la vacuna de la farmacéutica Merck.
“Podemos movilizar hasta 300.000 más en un plazo muy breve”, recalcó Salama, quien no obstante advirtió de que la dificultad reside en trazar todos los contactos con el virus en un área vasta y en medio de una “zona de guerra en la que tenemos muy poco acceso”.
En y en torno a Kivu del Norte operan más de cien grupos armados.
Para atajar el nuevo brote, la OMS, que tiene desde ayer sobre el terreno a 30 expertos y tiene en reserva a 50 más, dependerá de la logística del Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la protección de la Misión de la ONU en la RDC.
Hasta el momento “sabemos que hay probables casos de contacto (con el virus) en diez localizaciones” y que todos se encuentran en y en torno a Mangina, dijo.
No obstante, Salama indicó que también existen casos sospechosos en la provincia de Ituri y la ciudad de Beni.
De momento se han confirmado cuatro casos de ébola en el laboratorio y se han registrado 20 muertes, “pero no podemos confirmar si se trata de casos probables o confirmados”, recalcó.
Según Salama, el “paciente cero” del nuevo brote puede ser la muerte a finales de julio de una mujer de 65 años en un hospital de Mangina y que fue enterrada sin tener en cuenta los estándares para prevenir la expansión del ébola.
Esta paciente tenía fiebre y diarrea, y otros síntomas consistentes con el ébola y más tarde murieron siete de sus familiares más directos.
Además del problema de la seguridad se suma la proximidad de Kivu del Norte con Uganda, que se encuentra a solo 50 kilómetros del epicentro, por lo que la OMS está trabajando con las autoridades de ese país para prevenir y preparar planes de emergencia, al igual que con las de Ruanda, que también comparte frontera.
En Kivu del Norte 1 millón de 8 millones de habitantes son desplazados internos y hay una salida importante de refugiados hacia Uganda, Tanzania y Burundi, lo que puede llevar a la “exportación de enfermedades contagiosas”, recalcó el experto.