No hemos aprendido, por Jorge Francisco Sambrano

No hemos aprendido, por Jorge Francisco Sambrano

La historia se repite porque la sociedad no ha aprendido. Estamos viviendo momentos tan críticos o peores que en los tiempos de la Guerra Federal.

Una mortandad por violencia o falta de medicinas que alcanza niveles estratosféricos, un éxodo que cada segundo que pasa es más agudo, niveles de intolerancia y agresividad al estilo de la Sudáfrica del apartheid, clanes
de gánsteres despellejando insaciablemente al país, un régimen que copia al carbón los pasos del holocausto nazi y un largo y aterrador etcétera le sigue a la lista pero, aún no hemos aprendido la lección.





Las vicisitudes que hoy sufrimos implacablemente los venezolanos ya la hemos padecido a lo
largo de nuestra historia republicana. Sólo basta pasearse por las páginas de la historia y afinar
bien los anteojos para darse cuenta que la cosa se repite.

El principal problema y el más grave de los tres es el social. La sociedad es el núcleo
fundamental de un país y por ende, es el que decide su destino. Pero la sociedad en la que
cohabitamos se ha transformado en una “suciedad” de tribus de caníbales sedientos de carne
fresca. El nivel de respeto y tolerancia ha quedado extinguido ya que, por sólo pitar te pegan un
tiro, te roban y se dan a la fuga. La verdad, aunque duela, hay que decirla y tratar de
cambiarla.

El intergaláctico destructor y su “revolución bolivariana” llegó con un proyecto de poder más no
de país producto del descontento, desprendimiento y desteñida de los políticos y partidos
tradicionales a partir de los años 70. La inmoralidad y desconexión total hicieron que los líderes
de una nación ascendieran a la cúspide del poder, un poder que éstos fueron amalgamando a
costa de sangre, venganza, engaños, corrupción y más.. Ahora, ese poder ya concentrado y
centralizado lo usan a toda costa solamente para lograr su cometido: la eternidad mediante más
poder.

Fomentar el resentimiento desmesurado, auspiciar el odio desmedido, desnudar a sus
adversarios para que los “caníbales tribales” hagan de las suyas en cualquier escenario, dividir
a toda costa, confundir más y más con cinco o diez ceros menos entre otras técnicas son las
armas más poderosas de éste régimen. La razón se la doy a un político parisino cuando dijo
que “la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”.

¿Qué se esta haciendo para combatir está situación? El fuego se combate con fuego. El
régimen no conoce de paz porque trataron de tomar las riendas de Venezuela mediante la
fuerza en dos ocasiones y no pudieron. ¿Por que? Por la gallardía y coraje de un hombre que
luego, irónicamente le pasaron factura y de una FFAA institucional que luego se dejó enlodar a
conveniencia y complicidad. Es la historia, aunque sea cruda, certera y letal.

Hoy vivimos algo inimaginable. Parte de una generación resiste y la otra parte empaca sus
sueños y agarra para la frontera. Algunos, no han aprendido que “cuando Venezuela
necesitó de libertadores no los importó, los parió”, otros no han entendido que la antipolítica y
el antipartidismo fueron unos de los detonantes más fuertes para llevarnos a esta realidad, otra
gran parte hipócritamente quiere convertirse en la nueva camada y heredera de “Los Notables”
para auspiciar aún más lo “antitodo” en el país. Tristemente esa generación está muy lejos de
aprender.

No podemos seguir postergando el aprendizaje, debemos coger impulso. El lema: “este país de todos lo hacemos todos”, dicho por Rómulo, está más vigente hoy que nunca. La política se hace desde las bases, con altura y compromiso. El sistema que hoy nos corroe puede llegar a su final si sacamos a la dictadura de nuestra mente porque esta realidad es una lección que el destino nos otorgó y que no debemos volver a repetir. De no elevar nuestra conciencia, única arma para conseguir la victoria, el holocausto que se aproxima arrasará con cada uno de nosotros. Pues, manos a la obra.

@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion