Veraz… Estadísticas de presos políticos, por Robert Alvarado

Veraz… Estadísticas de presos políticos, por Robert Alvarado

 

“Cuando no se tiene noción del número de presos políticos, es porque su suerte importa poco al régimen, salvo que puedan ser utilizados con fines ocultos” Dr. Jameiro Aranguren





Tarek William Saab, presidente de la denominada comisión de la “verdad”, informó que dicha comisión “está nuevamente haciendo un trabajo, un censo, unas estadísticas para determinar nuevos casos a ser revisados y producir nuevas liberaciones” de presos políticos. En mi humilde opinión, hablar de liberaciones no es lo apropiado, salvo mejor criterio, tal vez de excarcelaciones, porque los beneficiados con esas acciones de dicha Comisión siguen sujetos a medidas restrictivas de modo indefinido y esto es una verdad de Perogrullo.

Quiero detener mi atención en los términos “censo”, “estadísticas”, que aplicados al tema de los presos políticos en Venezuela sugiere que es un montón, en criollo, dicho así uno no puede más que asustarse, pues sería de tal magnitud la represión selectiva que exige a las autoridades ocuparse en levantar un padrón, decir eso, además de irresponsable viene a confirmar las múltiples denuncias de detenciones arbitrarias y encarcelamientos injustos por razones políticas, amén de los malos tratos y torturas.

En un régimen que obviamente perdió la brújula en materia económica, de servicios públicos y seguridad social, escuchar eso refleja la afrenta diaria que vivimos pero llevada a quienes en estado de indefensión tras las rejas, se les ofrece un beneficio procesal a modo de chantaje, constituyendo una de las pocas esperanzas que tienen de escapar al suplicio en que se encuentran quienes estando o no en conocidos listados de presos políticos, certificados o no por la OEA, se ven privados de todos su derechos en una hojarasca de atropellos.

Además del reconocimiento tácito de la condición de presos políticos de un gran número de venezolanos, el “censo” a realizar o las “estadísticas” a levantar, demuestran el desprecio por aquellos que se pide libertad a diario, un cúmulo de hombres y mujeres ampliamente identificados, claramente inocentes e inmisericordemente vejados, porque como yo veo las cosas, el objetivo de tales actividades es identificar nuevos casos, o sea, los casos alto conocidos no calificarían a los efectos de ser liberados.

No es mi intención ser fatalista, sólo quiero estar claro, hablar de nuevos casos en un universo que según los entendidos no pasaría de 500 ciudadanos, entre hombres y mujeres, tomando en consideración que la OEA certificó un listado de presos políticos con poco más de la mitad de esa cifra, sugiere que nuevamente nos meterán gato por libre en las virtuales tandas de nuevas liberaciones que tendrían lugar. ¿Nuevos casos? ¿Será eso síntoma de preocupación o apatía frente a quienes en caso de extenderles sus cautiverios develan la ignominia del régimen?

Como siempre, estos anuncios se hacen sin mayores detalles, no conformes con el censo automotor, censaran o harán un inventario de los presos políticos, jornada que promete ser prometedora, valga la redundancia, porque tratándose de la libertad, así como la gasolina en el censo automotor, se activa un elemento disuasivo proporcional a la supuesta generosidad del régimen para quienes capitulen ante sus términos del todo humillantes.

Creo entender los apuros de la mentada Comisión de la Verdad, y es precisamente ¿qué hacer con la verdad?, porque en ese censo, en esas estadísticas ¿cómo hace usted para no incluir a privados de libertad por razones obviamente políticas?, por ejemplo, los Policías Metropolitanos, el Comisario Iván Simonovis, Lorent Saleh, María Lourdes Afiuni, Rosa Virginia González, Kamel Salame, Juan Carlos Caguaripano, Jefferson García, Eduardo Figueroa, Ángel Sucre, Oswaldo Hernández y faltan muchos más que el régimen sabe perfectamente quiénes son, otra cosa es la intencionalidad del bendito censo.

Hablando de intencionalidad, ¿de qué libertad hablan al cacarear liberaciones?, de esa ilusión forjada a punta de medidas otorgadas por un ente ilegítimo e ilegal con un sentido utilitario, pragmático, ante presiones externas e internas, las cuales se hacen necesarias a modo de muestras de una benevolencia cada día menos convincente aunque aplaudida como un gesto de buena fe por la comunidad internacional. Esa es la libertad ofrecida, la que conduce al rumbo de la legitimación de hecho del régimen, no hay otra, ni menos pensar en aquella que le da sentido a la vida democrática.

Cualquier información o sugerencia por [email protected]   [email protected]   [email protected]   o bien por mí teléfono 0414-071-6704 y además pueden leer esta columna y otras cosas más por la señal en vivo de RCTV INTERNACIONAL en mí página Web:www.robertveraz.galeon.com    Ahora mi columna se traduce en Inglés http://robertveraz.galeon.com/aficiones2595740.html y sigan mis comentarios y opiniones por @robertveraz en twitter ¡Hasta la próxima semana, Dios  bendiga a VENEZUELA!