La capital de Zimbabue, Harare, amaneció hoy en calma, después de varios días tensos y de protestas, tras el anuncio esta madrugada de que Emmerson Mnangagwa ha ganado las elecciones presidenciales, aunque el rechazo de los resultados por parte del líder de la oposición, Nelson Chamisa, hace temer nuevas tensiones.
A primera hora de la mañana, las ajetreadas calles de la capital estaban inusualmente calmadas y con un tráfico más moderado de lo habitual.
En uno de los barrios de Harare, un grupo de hombres esperaba que Timothy Batsirai abriera su quiosco de prensa y empezase a colgar los periódicos del día, que llevan una noticia histórica, pues las urnas han elegido por primera vez en casi 40 años a un presidente que no sea el exmandatario Robert Mugabe.
Sin embargo, el ganador no es, finalmente, tan nuevo: “ED (el apelativo de Emmerson Mnangagwa) gana la presidencia”, dice una portada, mientras el grupo que esperaba comienza a discutir sobre el margen de la victoria.
Los resultados fueron publicados por la Comisión Electoral (ZEC) de madrugada y bajo las críticas de la oposición de que el retraso en el anuncio les llevaba a pensar en un fraude.
Mnangagwa, de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), se impuso con el 50,8 % de los cotos a su principal rival, el líder del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), Nelson Chamisa, que logró el 44,3 %.
Así, el presidente evitó ir a una segunda vuelta al lograr la mitad de los sufragios más uno.
Sin embargo, el líder de la oposición, que desde hace días se ve ganador, rechazó hoy los resultados, al asegurar que “el escándalo de la ZEC publicando resultados falsos y no comprobables es lamentable”, en su primera reacción, publicada en su cuenta de Twitter.
Chamisa agregó que la ZEC no ha permitido a su personal acceder a los resultados y consideró que tiene que “publicar resultados adecuados y verificados por las partes”.
Según la ZEC, Mnagagwa ganó en seis de las diez provincias del país, pero no consiguió imponerse en las dos más urbanas: Harare y Bulawayo.
En la capital, de los 770.000 votos totales que se recontaron, Chamisa se llevó casi 550.000 de ellos.
“No podemos hacer otra cosa que aceptar la victoria. Mnangagwa es el vencedor”, dice el vendedor de periódicos, un hombre de unos 50 años.
En el mercado de Mount Pleasant, también en la capital, un vendedor de leña dice a Efe que aunque las cosas están calmadas, los aires pueden cambiar.
“Algunos no van a aceptar el resultado. Ahora hay calma, pero anteayer hubo problemas. Nunca se sabe qué puede pasar”, dice en alusión a las protestas del miércoles, donde murieron 6 personas y que fueron fuertemente reprimidas por la Policía y el Ejército con cañones de agua, gases lacrimógenos y munición real.
La Policía, anticipando posibles problemas, ha aparcado hoy sus vehículos antidisturbios, incluyendo dos cañones de agua, en las puertas de la sede del MDC, como Efe pudo constatar.
A pesar de la calma, en una ciudad que votó por aires de cambio, el sentimiento de muchos es el pesimismo, pues tratan de digerir una nueva victoria del histórico y guerrillero ZANU-PF. EFE