Una desconocida empresa llamada Salva Foods 2015, creada meses antes de que Nicolás
Maduro asomara su idea de establecer una red de tiendas para el programa estatal de los
Comité Locales de abastecimiento y Producción (CLAP), es la beneficiaria actual de ese
negocio. Se llaman Tiendas CLAP y se confunden con una empresa estatal, con expendios
de alimentos en los que alguna vez fueron locales de los Abastos Bicentenario. Detrás de
esa operación reaparece la sombra de los empresarios colombianos Alex Nain Saab
Morán y Álvaro Pulido Vargas, quienes desde inicios de 2017 están vinculados a los CLAP
gracias a una fantasmal sociedad registrada en Hong Kong.
Por ROBERTO DENIZ/ Armando.info
Al apenas entrar se confirma el engaño. El color verde reemplaza al rojo revolucionario y,
pese al nombre, no se trata de una empresa pública. Los elevados precios y la escasa
variedad replican la escena de cualquier supermercado en una Venezuela sumergida en la
hiperinflación y el desabastecimiento. Pero no es un supermercado cualquiera ni es otro
local del Gobierno chavista. Detrás de las llamadas Tiendas CLAP, la red de abastos para el
programa estatal de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP),
reaparece la sombra de los empresarios colombianos Alex Nain Saab Morán y Álvaro
Enrique Pulido Vargas, quienes figuran entre los grandes importadores privados de
alimentos para los programas gubernamentales.
Por medio de una desconocida compañía llamada Salva Foods 2015 controlan lo que por
encima parece una franquicia del plan estatal para “privatizar” cadenas públicas de
expendios de alimentos como la de Abastos Bicentenario -construida en parte sobre el
chasis de lo que fue el negocio en Venezuela de los Alamacenes Éxito-. Salva Foods se
suma a la fantasmal Group Grand Limited, sociedad registrada en Hong Kong, con la que el
dúo empresarial se convirtió desde comienzos de 2017 en proveedor de millones de cajas
CLAP gracias a dos contratos suscritos con el Gobierno de Nicolás Maduro, así como
también de medicamentos de la India por otro acuerdo con el Ministerio de Salud.
La fórmula para adueñarse de este otro eslabón del negocio se repite. Ni Saab Morán, ni
Pulido Vargas poseen acciones en Salva Foods, pero varios indicios conducen hacia ellos.
Es una trama empresarial con muchas piezas, armada cual rompe cabezas.
Para constatar que Salva Foods es la propietaria de las Tiendas CLAP basta con comprar en
alguna de las nueve sucursales que están en Caracas. Además del nombre de la compañía,
en las facturas aparece una dirección, que fue la misma que mostraba su primer Registro de
Información Fiscal (RIF). En principio, parece conducir a una oficina cualquiera en el
Centro Banaven, conocido coloquialmente como el Cubo Negro, un complejo empresarial
al sureste de la capital venezolana. Pero no es cualquiera: se trata de la misma dirección
publicada en el website, hoy inactivo, de Group Grand Limited, luego de
que Armando.info descubriera que esa sociedad tenía inicialmente la misma sede del
Fondo Global de Construcción, otra corporación con la cual Saab Morán y Pulido Vargas se convirtieron en contratistas del chavismo en 2011. Con todo, el domicilio es erróneo.
Al menos es lo que sostienen en el Centro Banaven. Allí niegan que alguna vez alojaran a Group Grand Limited o a Salva Foods. La oficina de esta última se encuentra, en realidad y, en definitiva, en el Centro Altamira, otra torre de oficinas en el noreste de Caracas.
Equivocación o no, la del Centro Banaven no será la única coincidencia entre las dos
empresas. El número telefónico de las facturas emitidas por Group Grand Limited al
Gobierno venezolano por los millones de combos de alimentos provenientes de México lo
atiende Carlos Rolando Lizcano Manrique, un empresario nacido en Cúcuta (Departamento
de Norte de Santander, noroeste de Colombia), de 47 años de edad, y que es el dueño de Salva Foods.
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