Un grupo clandestino conformado por militares venezolanos descontentos con el régimen de Nicolás Maduro se atribuyó el sábado la responsabilidad del presunto atentado contra el gobernante venezolano y anunció que continuará en la lucha hasta restaurar la democracia en el país petrolero, publica El Nuevo Herald.
POR ANTONIO MARIA DELGADO
adelgado@elnuevoherald.com
En un comunicado obtenido por el Nuevo Herald, la agrupación admitió el fracaso de lo que llamó “La Operación Fénix”. Los militares no confirmaron si la acción se trató de un atentado contra la vida de Maduro, pero asumieron la responsabilidad de las explosiones que provocaron una estampida masiva en el evento transmitido en vivo por las imágenes de televisión.
Maduro, quien encabezaba un acto militar transmitido en cadena de radio y televisión, fue retirado a la fuerza en medio del evento por parte de su equipo de seguridad, luego de que en el lugar se escucharan dos fuertes detonaciones.
Maduro salió posteriormente por televisión atribuyendo el atentado a organizaciones de derecha ubicadas en Venezuela, Miami y Colombia y al presidente colombiano Juan Manuel Santo y agregó que sus agentes de seguridad ya han arrestado a algunos de las personas involucradas en el atentado contra su vida.
“Ya la investigación está muy avanzada. Sin lugar a dudas hemos despejado la situación en tiempo record y se trata de un atentado para matarme. Han intentado asesinarme el día de hoy y no tengo dudas que todo apunta a la ultraderecha venezolana en alianza con la ultraderecha colombiana, y que el nombre de Juan Manuel Santos está detrás de este atentado”, declaró un exaltado Maduro.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, había dicho previamente en un mensaje televisivo que las explosiones se debieron a la activación de “artefactos explosivos” y reportó que siete guardias nacionales resultaron heridos.
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