La cifra de muertos tras un poderoso terremoto que azotó la isla indonesia de Lombok superó los 100 el martes, mientras que miles de personas en las zonas más afectadas esperaban la llegada de ayuda. REUTERS
Equipos de rescate dieron un una mujer viva entre los escombros de una tienda, lo que dio un respiro de alegría a los habitantes de la isla, sacudida el domingo por un sismo de magnitud 6,9. Lombok ya había sido remecido el 29 de julio por otro terremoto, que dejó 17 víctimas fatales.
Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la agencia de mitigación de desastres de Indonesia (BNPB) estableció el número de fallecidos en 105, incluidos dos en la vecina isla de Bali al oeste, donde también se sintió el terremoto. La cifra podría aumentar.
Indonesia se ubica en el Anillo de Fuego del Pacífico y es regularmente azotada por terremotos. En 2004, un enorme tsunami en el Océano Índico provocó la muerte de 226.000 personas en 13 países, incluidos más de 120.000 en Indonesia.
Miles en las colinas
Pocos edificios quedaron en pie en Kayangan, en el extremo norte de la isla, donde residentes dijeron a Reuters que murieron hasta 40 personas. Algunos empezaron a limpiar los escombros de las casas, pero otros, traumatizados por las constantes réplicas, tenían demasiado miedo.
Al área ha llegado poca ayuda gubernamental, donde la mayor necesidad es agua y alimentos. Un 75 por ciento del norte ha estado sin electricidad desde el domingo, indicaron las autoridades, y ha sido difícil alcanzar a algunas comunidades.
“La gente se ha trasladado a las laderas donde se sienten más seguros”, indicó Sutopo en una conferencia de prensa en Yakarta. “Es difícil que la ayuda llegue a ellos. Aconsejamos a las personas que bajen y se acerquen a los campamentos”.
La agencia de ayuda Oxfam dijo que estaba entregando agua potable y refugio a 5.000 sobrevivientes, pero la necesidad era mucho mayor, con una cifra de desplazados que se estima sobre 20.000. “El agua limpia para beber es escasa debido al tiempo extremadamente seco”, indicó Oxfam en un comunicado.
El martes, los habitantes de Pemenang, en el noroeste de Lombok, escucharon gritos de ayuda que surgieron de los escombros de una tienda y alertaron a los rescatistas. Cuatro horas más tarde sacaron viva a Nadia Revanale, de 23 años.
“Primero utilizamos nuestras manos para limpiar los escombros, luego los martillos, cinceles y máquinas”, dijo a Reuters Marcos Eric, un voluntario. “Nos llevó muchas horas pero estamos agradecidos de que funcionara y esta persona fuera encontrada con vida”.
Miles de turistas han dejado Lombok desde el domingo por la noche por temor a nuevos terremotos. Las autoridades dijeron que unos 4.600 turistas nacionales y extranjeros habían sido evacuados de las islas Gili, en el noroeste de Lombok, donde dos personas murieron.
