¡Calle! Para jueza destituida por extorsión, por Robert Alvarado

¡Calle! Para jueza destituida por extorsión, por Robert Alvarado

 

“Los jueces inicuos son como la peste, contagian y destruyen…”

José Centeno





“¡Qué desgracia! En la Dirección Ejecutiva de la Magistratura entregaron un pollo a los trabajadores. ¿Ahora esa vaina es una Mercal?”, ese mensaje lo recibí acompañado de una fotografía donde se ve a una joven funcionaria, toda extasiada ella, recibiendo el ave doméstica beneficiada como si se tratara de una gracia divina. Convertir en extraordinario un hecho intrascendente, como es tener acceso a un bien de consumo, revela, sin que valga de justificación, el desmejoramiento de la calidad de vida que ha conducido a la extorsión y al comercio de decisiones dentro de la administración de justicia.

La descomposición del Poder Judicial es de tal magnitud, que esos pollos los entregaron directamente de las cestas que usaron para transportarlos, sin disponer de una simple bolsita que evitara pichaques en el lugar donde hicieron el acto y en quienes recibían esa dadiva destilando agua por doquier, es decir, no se atendieron normas mínimas de higiene, algo similar ocurre cuando se trata de extorsionar a quienes se les sigue causa penal, se hace sin tener miramientos ni cuidar el decoro y decencia que deben caracterizar a toda autoridad judicial.

Digo esto para referirme al caso de la ex jueza aragüeña Mary Carmen Amarista Herrera, quien se desempeñaba como Jueza Provisoria de Primera Instancia en Funciones Quinto de Juicio del Circuito Judicial del Estado Aragua, destituida recientemente por incurrir en el delito de extorsión, no pretendo erigirme en juez al decir esto, es una certeza que procede de las actas procesales, según las cuales efectivamente está incursa en un delito con pena de 10 años de prisión, ese hecho a todas luces reprochable, se aúpa, se aplaude y no cuenta a los efectos de la acción penal en Venezuela.

No conforme con que le hayan dado a las primeras de cambio casa por cárcel, como se dice coloquialmente, Mary Carmen Amarista Herrera, haciendo gala de su inestabilidad emocional, propia de su avanzada dependencia del alcohol (cosa que se demostrará en una próxima entrega), exigió que le otorguen libertad bajo régimen de presentación, que en ella no tendrá los efectos psicológicos inducidos a los presos políticos sino que servirá para que siga en sus andanzas junto a su esposo, el también abogado Félix Garrido.

 

 

Contrario a lo que muchos pudiesen pensar, Mary Carmen Amarista Herrera no tiene poder alguno, las concesiones que le hagan, como esta de darle calle, responden a la complicidad galopante entre todos los que integran el Poder Judicial venezolano, que actualmente es un Catillo de Naipes que puede sufrir estragos con delaciones en boca de una de sus tantas piezas, con el agravante de que Mary Carmen es una pieza del todo frágil que viéndose pateada por el trasero por no saber hacer las cosas bien, como le habría dicho su pana y protector Juan Luis Ibarra, a punta de berrinche reclama las prebendas que el favoritismo le grajeo mientras ocupó el cargo que perdió por delincuente.

Darle calle a quien manipuló indebidamente la administración de justicia en beneficio propio, demuestra con claridad meridiana la veracidad de las irregularidades denunciadas recientemente en relación al Circuito Judicial del Estado Aragua y que involucra superiores jerárquicos y subordinados por igual (Situación de jueces penales, Aragua http://tururutururu.com/felix-francisco-bertomolde-memientanchico-situacion-de-jueces-penales-aragua/), donde por pillería y aprovechándose de los hechos que a diario distraen a la opinión pública nacional son muy dados a los contubernios que han pasado a formar parte de procedimientos al margen de la ley asumidos con mayor naturalidad a lo largo y ancho del país.

En la persona de Mary Carmen Amarista Herrera lo anterior adquiere connotaciones muy preocupantes, porque su conducta delictual incluye graves violaciones a los derechos humanos, lo cual no es poca cosa cuando considerados en su conjunto configuran delitos de lesa humanidad, como los que denuncié en instancias internacionales (Denuncian ante la ONU a jueces del estado Aragua por “violación” al Copphttps://www.lapatilla.com/2013/12/19/denuncian-ante-la-onu-a-jueces-del-estado-aragua-por-violacion-al-copp/) por casos en los que se demuestra cómo indujo el desmejoramiento de la salud de reos negándole sistemáticamente atención médica, a la par de tenerlos tras las rejas sin fundamento factico ni legal para ello.

A lo largo de 5 años le hice seguimiento a su labor judicial en razón de las violaciones de derechos humanos que cometió en perjuicio de mi defendido Kamel Salame Ajami, del funcionario policial privado de libertad que dejó morir de mengua, del abogado Carlos Campos, a quien condenó por complacer a uno de sus jefes, son muchos los casos demostrativos de su talante criminal que no quedarán el olvido hasta verla sentada en el banquillo de los acusados, sin que se interprete este gesto como inquina tratándose de justicia que negó y manipuló a su antojo en complicidad con quienes hoy le hacen concesiones contrarias a cualquier lógica jurídica, peor aún, contrario al sentido de la ética.

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