Miles de venezolanos se agolparon el jueves en la frontera entre Colombia y Ecuador, en medio de los Andes, debido a que temores sobre un cierre de cruces desembocaron en un repentino aumento de migrantes que huyen de la crisis que asola a su país.
Los venezolanos a menudo hacen un largo viaje en autobús, atravesando Sudamérica, porque no pueden pagar los boletos aéreos.
El Gobierno de Ecuador declaró el miércoles el estado de emergencia en tres provincias debido a un aumento en la llegada de venezolanos, al menos unos 4.200 inmigrantes diarios desde el fin de semana, comparado con los 500 a 1.000 de los días anteriores.
Una media docena de venezolanos dijo a Reuters que había emigrado antes de lo previsto por temor a que la porosa frontera entre Colombia y Venezuela, que la mayoría de los migrantes cruza en su camino hacia el sur, pudiera ser cerrada.
“Hay rumores que van a cerrar las fronteras en Venezuela y salí antes para no quedarme allá”, dijo Irene Bravo, de 55 años, rodeada de grandes bolsas mientras aguardaba en una fila del lado colombiano de la frontera para que sellaran su pasaporte.
“La situación es insostenible, todo está caro y no se puede comer con lo que se gana”, agregó Bravo, quien planeaba continuar a Chile con sus dos hijos y otros familiares.
Alrededor de Bravo niños cansados dormían sobre maletas, mientras los adultos estaban acurrucados bajo sus cobijas para protegerse de las frías temperaturas de la montaña.
Algunos venezolanos dijeron que habían oído que el nuevo presidente de Colombia, el derechista Iván Duque, podría endurecer las reglas para los cruces fronterizos, mientras que otros comentaron que temían que quien lo hiciera fuera el mandatario de su propio país, el socialista Nicolás Maduro.
Duque es más duro que su antecesor, el centrista Juan Manuel Santos, pero no ha mencionado nada sobre el cierre de la frontera y subrayó durante su asunción el martes que Colombia tenía el deber de ayudar a sus “hermanos venezolanos”.
No quedó claro de dónde surgió el rumor. No fue posible conseguir de inmediato comentarios del Gobierno de Colombia y el Ministerio de Información de Venezuela no respondió a una solicitud de comentarios.
En medio de la conmoción, el músico José Ramón Sánchez, de 37 años, tocó el arpa con docenas de venezolanos que aplaudían ante las tonadas típicas de los llanos de su país y gritaban “fuera Maduro”.
“Tocar el arpa me calma el dolor de dejar a la familia”, dijo Sánchez, quien salió del estado de Barinas, en Venezuela, el 23 de julio y ha estado tocando música para financiar su camino a Perú.
Por Alexandra Valencia/Reuters