A una semana de finalizados los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe organizados por Barranquilla, Venezuela tiene pocos argumentos para explicar las razones de la caída del desempeño de sus deportistas involucrados en el reto de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
EFE
Lejos de cosechas como las 114 medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados hace ocho años en Mayagüez, en la edición de Barranquilla la delegación de Venezuela apenas ganó 34 oros de los 45 que, como mínimo, se esperaban.
Además, cedió por mucho en su particular duelo con Colombia, su principal rival en las últimas citas deportivas regionales.
La posición de Venezuela en el Medallero de Barranquilla 2018 arroja el peor balance desde los Juegos de 1993 en Ponce, y la llamada “Generación de oro”, que ya dio alegrías e hizo presagiar un futuro promisorio, ha perdido el brillo, parece oxidada.
Aún si conocerse el balance del Comité Olímpico Venezolano (COV), el ministro del Deporte de Venezuela, Pedro Infante, achacó a los escasos 45 días de diferencia desde los Juegos Suramericanos de Cochabamba la dificultad para que los deportistas desplazados a Barranquilla alcanzaran “dos picos de rendimiento”.
También culpó al presunto “bloqueo económico”, que suele esgrimir el Gobierno venezolano para referirse a la preparación. “No podemos transferir directamente a cuentas de algunos países, tenemos que hacer magia para que les llegue el dinero”, dijo Infante.
Las primeras explicaciones oficiales a los decepcionantes resultados en Barranquilla no convencieron al coordinador nacional del Movimiento Deportivo del partido político Voluntad Popular (VP), Borman Angulo.
Dijo que Infante “miente desde su desconocimiento del hecho deportivo”, al tiempo que lo acusó en una entre vista con Efe de ser “el principal responsable del fracaso en Barranquilla”.
Según Angulo, un excampeón mundial de kárate, Infante “no sabe lo que es un alto rendimiento, ni las funciones de un planificador con la federación ni cómo se organizan en un año de competencias los procesos entre un certamen y otro”.
El Movimiento Deportivo estudió las últimas tres ediciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (2010, 2014 y 2018) en aspectos como las disciplinas disputadas, las medallas obtenidas, así como el comportamiento de cada país en los juegos y concluyó que hay un “estancamiento con tendencia a declive” en Venezuela.
“A nuestros atletas les falta preparación y nivel psicológico porque ellos enfrentan y padecen lo mismo que un ciudadano común, pueden verse afectados por la escasez generalizada producto de la crisis económica, no escapan de la realidad del país”, enfatizó.
La crisis del país ha provocado un éxodo del que no están exentos algunos atletas que en el pasado tributaron medallas a Venezuela en cada competición, como la experimentada ciclista Daniela Larreal jubilada a la fuerza por la crisis y hoy trabajadora en una empresa de transporte público en Estados Unidos.
Venezuela tampoco pudo contar con figuras claves como Yulimar Rojas, aquejada por una lesión, o la nadadora Andreina Pinto, quien hace vida deportiva y académica en Estados Unidos.
Angulo anunció que solicitará al Parlamento revisar el presupuesto anual del Ministerio de Deporte y el Instituto Nacional de Deporte (IND), además de verificar cómo se asignan estos ecursos a las federaciones.