Mala táctica hacer un “atentado” en la conmemoración del 81 aniversario de la Guardia Nacional, pues ver correr a los condecorados en lugar de asumir una posición defensiva, dejó ver que las Fuerzas Armadas en nuestro país son bastante temerosas.
La conducta agonística del régimen me ha permitido observar con más claridad el abanico de frustraciones que padecen quienes detentan el poder ilegitimo en Venezuela y el temor de quienes padecen por sus males desde hace casi dos décadas. En toda sociedad autoritaria donde existe restricción a la libertad afloran conductas de frustración, agresión, apaciguamiento, escape y evasión; es como en las fases terminales donde la autoagresión se emplea como vía de alivio para evitar un largo martirio.
Planificar un auto atentado para inculpar posteriormente al Estado colombiano y declarar una serie de argucias con carácter mediático es síntoma de una gran frustración. Sin embargo, para mí la novedad no fue la parodia del “atentado” pues el lenguaje corporal y las reacciones acartonadas de los protagonistas desde el inicio de la actividad activaron mi intuición. Lo que si llamó mi atención fue ver como un grupo de la “resistencia” sale a adjudicarse el “atentado fallido”.
Salir corriendo es bochornoso, pero adjudicarse un “atentado fallido” también lo es, sobre todo en medio de la crisis económica y resquebrajo moral que vive el venezolano común. Yo soy de las que piensa que la escena política en Venezuela es a menudo enrarecida por las falsas banderas elaboradas por el G2 cubano y que para calamidad nuestra propagada alegremente en las redes sociales y grupos de WhatsApp por ciudadanos que se identifican con la “resistencia” y/o la “oposición”.
Cuando vi a una conocida y desaliñada periodista leer por una red social el “comunicado” sobre la autoría de los hechos percibí que la “resistencia” fue tan rápida en adjudicarse su autoría como el gobierno en “apresar a los responsables”. Evidentemente, el recurso de los temerosos y los oportunistas es el protagonismo mediático que tanto daño nos hace a nivel nacional e internacional.
La sociedad política venezolana amerita con urgencia entrar en una fase de raciocinio y madurez para trascender esta pesadilla; los días de discursos acalorados e irresponsables de algunos dirigentes políticos, los periodistas más dateados que la CIA, los civiles desarmados enfrentando armas de guerra con escudos de cartón, la viveza de cobrar sin trabajar, el cinismo político de los personeros del gobierno, la credulidad de la gente humilde ante todo lo que sale en los medios, el divisionismo de la nación, el silencio y abstención de quienes si tienen capacidad de recuperar económicamente el país…, esos días deben quedarse atrás por el bien de todos los venezolanos que a duras penas sobrevivimos dentro y fuera del país.
@lidismendezm