En la mañana de este 10 de agosto, el trecho del río Orinoco que colinda con Ciudad Bolívar amaneció con una cota de 17.92 metros sobre el nivel del mar: a ocho centímetros de la alerta roja y a 11 de la cota histórica de 1943. Las estimaciones son que las lluvias continuarán y la crecida de los caudales también. Así lo reseña correodelcaroni.com
“Las precipitaciones causarán que los caudales de los ríos sigan en aumento, estos son eventos extremos históricos, ya estamos muy prontos a llegar a los niveles del año 43 sobre todo en el río Orinoco y sus afluentes”, afirmó Randy Rodríguez, viceministro de Gestión de Riesgo y Protección Civil.
“Estamos tomando las previsiones para enfrentar esta contingencia, estamos activando todo el Sistema Nacional de Riesgo, 20 mil hombres trabajando y comprometidos para resguardar y salvaguardar a su pueblo ante este evento hidrometeorológico adverso”, agregó.
La Región estratégica de evaluación de daños y análisis de necesidades de la región Los Andes informó en su cuenta en Twitter sobre la onda tropical 32 sobre el Delta del Orinoco, la cual intensificará la actividad lluviosa de la Zona de Convergencia Intertropical, al tiempo que ratifica que continuará el aumento del caudal de los ríos Apure, Caroní y Orinoco, y advierte del peligro de desbordamientos e inundaciones.
“Desde el 31 de julio, más de 40 toneladas de insumos se han enviado a Amazonas para la atención de comunidades afectadas. También hemos atendido a Delta Amacuro, Bolívar, Apure y mantenemos el monitoreo en el resto del país”, publicó el ministro Néstor Reverol en su cuenta en Twitter. Detalló que 2.318 familias de Amazonas se han visto afectadas por las inundaciones.
De acuerdo con el gobernador Justo Noguera Pietri, hasta el 8 de agosto se contabilizaron 6.889 personas afectadas (más de 1.650 familias) en el estado Bolívar.
El balance de Protección Civil en Caroní para la primera semana de agosto indicaba que al menos 656 familias en el municipio han resultado afectadas. Hasta el 7 de agosto había un registro de 202 de ellas refugiadas en 15 albergues temporales en Ciudad Guayana, de los 33 que hay en la entidad.
Además de los sectores ubicados en la franja de Castillito, así como Campo Rojo, La Laja y Los Sabanales en San Félix, el sector Acapulco es otro de los afectados por las inundaciones en Caroní. Allí hay por lo menos 92 familias damnificadas.
En Ciudad Bolívar se contabilizan más de 200 familias afectadas entre los barrios La Toma, El Mereyal, Perro Seco y El Edén.
Jornada solidaria
Esta semana, un grupo de jóvenes inició una jornada solidaria para recaudar insumos a favor de las familias damnificadas por las inundaciones en Ciudad Guayana.
Carlos Cabello, secretario juvenil de Primero Justicia, señaló que la actividad continuará la semana que viene. El punto de acopio es la esquina de la sede del restaurante McDonald’s en Alta Vista. Allí han recibido comida, ropa, dinero y otros artículos para los afectados.
“Hemos visto necesidad por falta de medicamentos, de comida, mano de obra para ayudarlos a trasladar sus enseres, muchos han perdido sus bienes y se han tenido que mudar provisionalmente a refugios. Otros se van a casa de familiares o vecinos”, señaló Cabello.
Planes engavetados y mal manejo de los embalses
El urbanista Simón Yegres recordó que en el municipio Caroní fueron diseñados planes urbanísticos que preveían la contingencia por la crecida de los ríos.
“La negligencia de las autoridades con competencia en la materia se expresa en un desprecio por la planificación que llevó a que engavetaran y olvidaran la existencia del POU (Plan de Ordenación Urbanística) que en el 95 estableció algunos lineamientos sobre la situación y sectores residenciales a orillas del río; el Plan de Desarrollo Urbano y Local (PDUL) de 2006 que estableció siete planes especiales, uno de ellos era el Plan Especial de Castillito. También está Savenpor (Sistema de Áreas Verdes Naturales con Potencial Recreativo) que se hace a raíz de la puesta en marcha de la ampliación de Macagua”, indicó Yegres.
Asimismo, atribuyó parte de la responsabilidad a Corpoelec por el uso inadecuado de los embalses.
“Tenemos una capacidad instalada de generación en las represas mayor a la que está demandando algunas regiones, en Guayana antes consumíamos 3.000 MW y ahora solo 1.700 MW. Por la imposibilidad y deterioro para distribuir esa energía a otras regiones, llevó a que Corpoelec haya turbinado menos agua que la que estaría en capacidad para hacer y generar mayor capacidad para transmitirla, acumularon agua, se les vino encima las lluvias y se vieron en la necesidad de tener que aliviar abruptamente”, explicó.
Durante el Decreto de Emergencia en la gestión del expresidente Hugo Chávez se desarrollaron urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela en espacios no zonificados para residencias, bajo la justificación que serían reubicadas familias afectadas por las lluvias. Sin embargo, Yegres denunció que los beneficiarios no fueron precisamente personas damnificadas.
Esta vez, el gobernador Justo Noguera admitió que no está estipulado ningún plan de reubicación ni un nuevo desarrollo habitacional, sino la reestructuración de viviendas a través de la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor. Para ello deberán esperar que las aguas bajen, lo que se estima sea a finales de agosto y se normalice en noviembre.
Se trata de una solución provisoria que expone que para 2019 se repita la contingencia.