Es inevitable no hacer mención al colapso del sistema eléctrico nacional bajo Corpoelec y la actual administración bolivariana en los últimos diez años. Aunque ésta breve reseña sólo quiere hacer énfasis en la actual crisis en el Zulia dónde los hogares zulianos sólo están recibiendo un porcentaje muy bajo del vital fluido eléctrico. Las consecuencias de ésta situación tan grave sólo pone en evidencia que la africanización de Venezuela se sigue radicalizando, y que la historia, en las actuales penosas circunstancias que atraviesa el venezolano, tiene un comportamiento regresivo y decadente, contrario, al optimismo progresista de una modernidad a la que suponíamos pertenecer.
Maracaibo siempre ha sido otro país. No acompañamos a los caraqueños, andinos, llaneros y orientales en la Independencia. Y sí nos aliamos con Coro y Guayana. No lo hicimos por un asunto ideológico propiamente en sí sino por ancestrales rivalidades. Luego Caracas se encargaría de remarcar nuestra derrota excluyéndonos de la bandera, cerrando a la Universidad del Zulia (1904) y concentrando todos los poderes en la capital ninguneando a los zulianos aún más. Nuestra gaita de protesta en un buen ejemplo de nuestra aversión al centralismo.
1888: “Maracaibo fue la primera ciudad venezolana en tener un suministro eléctrico regular y continuado, siendo, además, la segunda ciudad suramericana en contar con el sistema, ya que un año antes en Buenos Aires se había instalado el servicio eléctrico. El comerciante Jaime F. Carrillo firma en el mes de Junio un contrato para alumbrar las principales calles de la ciudad, con motivo del centenario del natalicio del prócer General Rafael Urdaneta. En 1889 la empresa se llamó “The Maracaibo Electric Light Company”. http://motoresdcac.blogspot.com
Maracaibo tuvo su gran revolución cultural y tecnológica en la segunda mitad del siglo XIX bajo el impulso de un circuito agro exportador exitoso que hacía del puerto de Maracaibo el referente comercial más importante para la negociación del café andino en el naciente mercado capitalista industrial de la cuenca atlántica norte. Dos elites comerciales, una criolla y otra extranjera, donde destacaban los alemanes, permitió que Maracaibo tuviera tranvía, telégrafo, teléfono, cine y electricidad. Este avance se materializa aún más con la fundación de la Universidad del Zulia en el año 1891, verdadero símbolo de la zulianidad.
Las endógenas y dañinas guerras civiles que asolaron a Venezuela durante todo el siglo XIX teniendo a los caudillos como terribles tigres de presa sólo tocaron muy tangencialmente a los zulianos. Una vez más el Lago de Maracaibo se erigió como baluarte protector. En ese mismo Lago majestuoso se desarrollaría la primera industria petrolera de Venezuela luego del rompimiento del Zumaque I en el año 1914. Uno de los derivados esenciales de esa industria petrolera, autentico musculo para el desarrollo nacional en el siglo XX venezolano, será la construcción del Puente sobre el Lago en el año 1962, símbolo de la modernidad democrática y del reencuentro nacional.
Precisamente en ese mismo puente se originó “la falla” éste viernes 10 de agosto que ha dejado prácticamente sin electricidad a Maracaibo y al Estado Zulia. Los personeros gubernamentales sostienen la tesis del saboteo. Para los zulianos es en realidad negligencia e imprevisión. La crisis eléctrica en el Zulia lleva ya más de cinco años colapsando a la entidad dejándola hoy convertida en un atroz desierto material y espiritual. El otrora orgulloso zuliano que hacía creerse que vivía en la “mejor ciudad de Venezuela” es hoy una piltrafa humana.
¿Se resolverá el problema eléctrico en Zulia? Nos gustaría pensar que sí. No obstante la cadena de errores es tan grande y frecuente que nos hace escéptico ante esa imperiosa posibilidad para recuperar una normalidad que se nos ha robado desde ya hace bastante rato.
Lo irónico de ésta situación, es que luego de 130 años, la ciudad que dio inicio a la electricidad en Venezuela, por el camino en que se encuentra ahora, será la primera en regresar a los tiempos post coloniales donde el embrión de la modernidad apenas se estaba gestando y utilizábamos las velas para alumbrarnos. Con los bolivarianos la historia de Venezuela en los últimos veinte años ha sido una regresión implacable y destructiva cuyas evidencias están a la vista de todos.
ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ
@LOMBARDIBOSCAN