Desde Lapatilla.com conversamos vía telefónica con el ex-ministro de la defensa G/D (r) del ejército Fernando Antonio Ochoa Antich, y describió cómo fue el trato que se les dio a los militares insurrectos de 1992 que perpetraron un golpe de estado el cuatro de febrero de ese año, en contra del presidente constitucional de aquel entonces Carlos Andrés Pérez Rodríguez.
Luego de que se difundiera el video del diputado Juan Requesens tras su secuestro y privación de libertad en el Sebin, aunado a las múltiples denuncias de violaciones de Derechos Humanos ante organismos nacionales e internacionales, cabe la pregunta si muchos de los que hoy gobiernan, o fueron gobierno, o acompañaron a la revolución bolivariana fueron vejados.
Para ello, el exministro de Defensa del ex presidente Pérez (+), relató lo siguiente.
“Ese día hubo 39 muertos” refiriéndose al golpe de estado del 4F, un saldo que calificó como “lamentable y doloroso y cuyos responsables son Hugo Chávez y los oficiales que se insurreccionaron ese día, 39 jóvenes venezolanos que no tenían por qué morir”, dijo el militar en situación de retiro, explicando que todos perdieron la vida por tratar de evitar el combate.
Tras el recordable “por ahora” del aquel entonces Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías (+), junto a Joel Acosta Chirinos, Francisco Arias Cárdenas y Jesús Urdaneta Hernández, entre otros, fueron privados de su libertad en el Cuartel San Carlos. Dice el general Ochoa que “se ordenó abrir la averiguación sumarial correspondiente, se les trató con absoluta consideración, a nadie se le vejó, a nadie se le ofendió”.
En el caso de Chávez, el general Ochoa cuenta que pudo conversar con uno de los golpistas de ese momento. “Llegué al Ministerio y él (Chávez) estaba allí detenido… Conversó conmigo y después se envió detenido a la DIM con sus abogados, con todas sus consideraciones legales y que tiene que tenerse con un detenido militar” señaló.
Describió además que cuando estaban detenidos en San Carlos (Los golpistas) hacían manifestaciones alrededor del cuartel, situación que llevó tanto al Ministro de la Defensa como al presidente de aquel tiempo a trasladar al grupo más comprometido (militares detenidos) a la cárcel de Yare. Pero antes de llevar a cabo esa acción, hubo que remodelar todo el sitio donde iban a recluir a aquellos hombres de armas responsable de la muerte de 39 personas y de tratar de derrocar al mandatario de turno.
“Se movilizaron 10 o 12 oficiales, pero para conducirlos a la cárcel de Yare, primero remodelamos totalmente el sitio donde iban a estar ellos detenidos, cada uno tenía su cuarto, cada uno tenía televisor, todas las condiciones que tenía que tener un preso, con todas las consideraciones, pero además esa era la situación de defensa de los Derechos Humanos que tiene una democracia”, enfatizó.
Además de acondicionar el lugar donde permanecerían presos, se cumplió la petición de los golpistas que ante la negativa de movilizarse solicitaron la presencia del Fiscal General de la época y de miembros del clero venezolano.
“Cuando se fueron a trasladar ellos no querían, y se negaron a trasladarse, y ahí si hubo un pequeño forcejeo porque se encerraron en los calabozos, donde estaban recluidos, encerrados y crearon un problema delicado. Ellos exigían que estuviera el Fiscal Ramón Escovar Salom, yo lo llamé y asistió a la negociación para que ellos se fueran, y aceptaran irse pacíficamente.
También pidieron que estuviera el arzobispo Moronta, estuvo también el Cardenal Porras, todos ellos asistieron a ese proceso en donde se garantizó totalmente el traslado con todas las consideraciones”, aclaró.
Aparte de las pretensiones de reclusión y del acondicionamiento de las instalaciones donde pagarían condena se les permitía la visita a todo el que quisiera conversar. Además, no se les coaccionó, ni se les obligó, ni se les torturó, ni se les amedrentó para que asistieran al juzgado que llevaba la causa del alzamiento militar o golpe fallido.
Ochoa también mencionó que el comandante Chávez pudo celebrar su cumpleaños con su famila estando detenido.
“Como llegaría a ser el respeto que se le tuvo (a los golpistas) que el juicio no logró tener un avance mayor y obligó al presidente Caldera a sobreseer la causa en lugar de indultarlos porque ya hubiera habido sentencia. El problema se originó porque en ese momento se requería la presencia en el juicio del enjuiciado con absoluta libertad, y resulta que Hugo Chávez y los comandantes, se negaban a ir al tribunal, y así mismo nadie los obligó ni lo cargó para llevarlos al tribunal, sencillamente ellos se negaban a ir, pero la presencia en el juicio tenía que ser voluntaria”.
“Hubo un cumpleaños de Chávez porque aparte de llegar la familia, se aglomeró en San Carlos un número de personas en la puerta, y yo (General Ochoa) tuve que llamarlo y decir que eso no era conveniente, y él aceptó disciplinadamente y solamente recibió a su familia y las personas que estaban a su alrededor que eran amigos se fueron”.
La palabra Magnicidio la cual etimológicamente según la Real Academia Española significa: 1. m. Muerte violenta dada a persona muy importante por su cargo o poder, no era de uso común en aquel golpe de estado fallido, sin embargo, tras el relato del general Ochoa podría dársele cabida a lo que en ese 4 de febrero de 1992 ocurrió.
“Le habían atacado la casa de familia (presidente Pérez), le habían bombardeado, que hasta granadas cayeron en los techos de la zona familiar de la Casona, con esa situación molesta, un padre de familia, el presidente Pérez nunca dijo alguna mala palabra o grosería en contra de ninguno” señaló.
“Sin duda fue un golpe de estado, pero el objetivo central de la operación, era el presidente Pérez, no estoy seguro, no puedo decir que era atentar contra su vida, la información que a mí me llegó ese día que yo venía llegando de Maracaibo y que le iban a hacer un atentado en el aeropuerto, y después de las investigaciones se demostró que de la guardia presidencial estaban comprometidos, por lo tanto iban a detener al presidente en Maiquetía, pero como yo tomé el aeropuerto con un destacamento de la Guardia, ese acto no tuvo efecto”.
Por otra parte, comentó que en el ataque a Miraflores, el despacho presidencial y la zona donde dormía el presidente estaba totalmente ametrallado.
“Los vidrios se estallaron todos y dentro de las habitaciones presidenciales por lo tanto uno tiene que decir que la forma con que se estaba atacando Miraflores, indiciaba que tenían intenciones de tomar cualquier medida”, relató Ochoa.
Con respecto a lo ocurrido el pasado 4 de agosto en la avenida Bolívar de Caracas, el exministro de la defensa analiza dos escenarios. Asegura no tener suficiente elementos de convicción pero de acuerdo a sus conocimientos y experticia, le llamó la atención el cambio de locación para un evento militar, es decir, de la avenida Los Próceres y el patio de las academias, a la vía pública donde detonaron un objeto volador.
“Eso tiene dos interpretaciones, uno para darle un homenaje mayor a la Guardia Nacional… pero también puede ser que se hizo para que el hecho tuviera una mayor repercusión internacional y nacional. Pero después de eso está la manera en qué se ha manejado el hecho, no es posible que apenas dos horas después de ocurrido, se esté señalando a los autores intelectuales, eso es casi imposible y mucho más señalar directamente al ex presidente Santos, y señalar a Julio Borges, señalar a Requesens”.
“Yo he visto los videos a través de las redes, realmente vergonzoso, que a un detenido político, en un régimen si es que esto se le puede llamar democrático. Pero además de eso, cómo puede creer Nicolás Maduro, el régimen, el mundo, y la misma opinión pública nacional, pueda aceptar lo que él (NM) está diciendo, cuando él detiene a Requesens y lo somete a un secuestro y después lo trata de una manera absolutamente vergonzosa, indudablemente uno no puede tener certeza de lo que él haya dicho sea verdad, ha sido maltratado, drogado, todas esas cosas pueden considerarse” indicó.
Por último, enfatizó que señalar a Julio Borges y al ex presidente Santos es una manera de que el gobierno está buscando dar una respuesta a la inmensa crisis nacional que se está viviendo. La situación de las Fuerzas Armadas es totalmente inaceptable porque no solamente que han destruido su estructura.