No es fácil, no lo ha sido ni lo será. Venezuela –los venezolanos– está carcomiéndose a sí misma. No hay principios ni bases morales, como pueblo estamos desahuciados de esperanza, hurgamos en los basureros de nuestro espíritu buscando pequeños trozos de carroña de coraje y valor. No los encontramos. El hambre es multitudinaria.
Hay una hambruna nostálgica por volver a ser un país.
La encubierta conquista de Las Américas
Escribiré pronto –otra vez– sobre la psiquiatría y los perniciosos efectos sociales que causan en los pueblos si alcanzan el poder político en un país. Quizá haga un documental sobre el tema, lo estoy considerando.
Pruebas ineludibles de daños causados en naciones controladas por psiquiatras: Alemania, Unión Soviética, Afganistán, Yugoslavia, Cuba, Venezuela. No sólo naciones también movimientos criminales como Al Qaeda y su fundador, junto a Osama Bin Laden, Ayman al–Zawahiri (el psiquiatra), quien por cierto se especula estaría escondido en la amazonia venezolana, desde donde opera presuntamente la célula terrorista en su gradual conquista de Las Américas.
El chavismo es un “grupo pantalla” de la psiquiatría y del fundamentalismo islámico en la conquista de Occidente. Lo está logrando.
Tres idénticos extraños (Three Identical Strangers)
Acabo de salir de ver un documental que tiene estremecido a los Estados Unidos y que a mí me dejó estupefacto. Se titula: Tres idénticos extraños (Three Identical Strangers). Está actualmente en las carteleras norteamericanas. Relata la historia de unos trillizos estadounidenses (los hermanos Bobby Sharfran, David Kellman, Eddy Galland) que fueron separados al nacer y quienes, sin su conocimiento, durante el desarrollo de su niñez y su vida fueron sometidos a un increíble –por despiadado– experimento psiquiátrico. Como a ellos, se descubre en el desarrollo del documental, que varios mellizos fueron arriados a la misma experimentación cruel que los trillizos. Evento inaudito pero esclarecedor para entender la inimaginable mente criminal y el daño que puede causar un psiquiatra con poder.
Experimentos humanos, además, dirigidos por organizaciones psiquiátricas, herederas de la psicopolítica comunista, que desarrollan métodos inauditos de control social y político como Venezuela.
El sacrílego vástago de la psiquiatría
Soy hijo de psiquiatra y conozco bien el inmoral ambiente que caracteriza a la psiquiatría venezolana. Jorge Rodríguez, conocido popularmente como la hiena, es uno de sus hijos predilectos, quizá la más sobresaliente prueba de su podredumbre. Tanto Edmundo Chirinos como él encontraron en Chávez –y su manada de criminales– los maquiavélicos instrumentos para controlar a Venezuela del modo más indolente y maligno que hayamos conocido. Parece una película de terror, pero no lo es. El chavismo es un experimento psiquiátrico y perverso de maldad. Se premia a torturadores, corruptos, narcos, delincuentes y malandros para conservar el poder.
¿Qué lograron?
Una inédita “peste humana” de criminales y sinvergüenzas que intenta infectar a América Latina y al mundo.
Venezuela, la batalla perdida
La verdadera amenaza no es Venezuela, ni siquiera América Latina, ¡no!, la verdadera amenaza es la toma gradual y subrepticia de los Estados Unidos. En ese sentido pienso que el Presidente Barack Obama perdió varias importantes batallas contra los peores amigos de la cultura occidental, es decir, contra el fundamentalismo islámico, el narcotráfico, el comunismo y el comercio ilícito; pienso además que se dejó aconsejar mal por la industria farmacéutica que a fin de cuentas lo que necesita es vender, en un mundo psicótico, más Prozac, Paxil, Zoloft. Mientras más ansiedad, más venta. Mientras más locura, más prescripción de drogas y más control. Obama, mal aconsejado por sus amigos psiquiatras, permitió que el fundamentalismo islámico, Cuba, Rusia, China, el narcotráfico, el comunismo y todo lo ilícito tuvieran su base mundial en Venezuela.
Lo lograron, ahí están, y el psiquiatra Jorge Rodríguez controla al pueblo y a un importante sector de la oposición. ¿Qué hacemos?
La rebelión nacional total (Bis)
Mis entregas serán reiterativas e insistiré en algo hasta que ocurra: la única manera de salir de esta peste de maldad y perfidia, de este experimento psiquiátrico llamado chavismo, es con una rebelión nacional total, no hay otro modo. Necesitaremos del apoyo de gobiernos de la región y en especial de los Estados Unidos, cuyos valores, cuya seguridad y prosperidad, cuya democracia y república, está severamente amenazada, como nunca en su historia, por la presencia y el establecimiento en Venezuela de sus peores enemigos. Los venezolanos tenemos que organizarnos para dar una nueva batalla liberadora contra el chavismo, parte de esa organización depende de que nos unamos iniciativas con las fuerzas militares extranjeras y nacionales que apoyen nuestra liberación. No hay opción. Aparentemente la suerte está echada.
Vayámonos preparando…