Más allá de los nombres de figuras políticas y funcionarios del Estado involucrados, la trama de corrupción desplegada por la constructora brasileña en Venezuela puso en circulación cantidades descomunales de dinero en pagos irregulares. En bancos suizos se ha detectado el tránsito de al menos 235 millones de dólares, en su mayoría de coimas vinculadas al proyecto hidroeléctrico Tocoma, que luego de nutrir las cuentas de intermediarios llegaron a destino. Por ahora las investigaciones determinan que la capilaridad por la que fluyeron los fondos conducía a mercaderes de arte, patriarcas de dinastías de la ingeniería civil y hasta gerentes deportivos.
Por JOSEPH POLISZUK | PATRICIA MARCANO | MAOLIS CASTRO
A la Galería Freites, en Caracas, también llegaron pagos de la llamada caja dos de Odebrecht. Tuvo que ser para comprar piezas de arte. Es la única explicación que admite Alejandro Freites, el propietario del prestigioso local en Las Mercedes -un barrio de bohemia y grandes marcas en el sureste de la capital venezolana-, cuando se le pide repasar las transferencias de fondos registradas en Suiza y por las que la fiscalía de ese país lo incluye en el elenco del ya célebre escándalo de Lava Jato.
“Yo no tengo nada que ver con Odebrecht”, advierte por si acaso. “Nunca supe que esa persona tenía relación con Odebrecht, si lo hubiera sabido les hubiera dicho que me financiaran un libro de obras de arte como le financiaron a otra galería”.
Más allá de la salida humorística, Freites reconoce las transferencias. Pero asegura que se trataba de la forma de pago que empleó uno de sus clientes: el abogado venezolano Héctor Dáger, el mismo comisionista que primero fue señalado en Brasil como un intermediario del gobierno venezolano y del que ahora se sabe que llegó a compartir cuentas bancarias con el director superintendente de Odebrecht en Venezuela, Euzenando Azevedo, quien en diciembre de 2016 lo delató en las interpelaciones del caso Lava Jato.
En total, Dáger aparece vinculado al flujo de 235 millones de dólares que la Fiscalía suiza atribuye a la trama de Odebrecht en Venezuela. Las alarmas se encendieron cuando le encontraron en cuentas bancarias de ese país unos 49 millones que había recibido de Innovation Research Engineering and Development y algunas otras de las fachadas ya conocidas del gigante de la construcción brasileña para hacer circular sus pagos irregulares.
Pero, luego de ese hallazgo inicial, las autoridades suizas repararon en un caudal aún más grueso, que había desembocado en las cuentas del mismo Dáger desde el Consorcio OIV, una trinidad de empresas que, junto a Odebrecht la italiana Impregilo y la venezolana Vinccler, se constituyó en junio de 2005 para levantar en el estado de Bolívar, en la Guayana venezolana, la tantas veces prometida y todavía inconclusa represa hidroeléctrica de Tocoma.
“Además de los ingresos directa o indirectamente del grupo Odebrecht en cuentas atribuibles a Dáger, constan otros ingresos que podrían ser de interés”, advirtió la fiscal Dounia Rizzonico en un documento con fecha del 10 de noviembre de 2017, que envió desde Suiza a la Fiscalía General de la República de Venezuela con el código SV.17.0220-REZ. “Se registraron cerca de 180 millones USD entre 2010 y 2015, provenientes de una cuenta del Consorcio OIV-Tocoma en el banco Banesco, Panamá, con la referencia de ‘purchase material’ [materiales de compra]”.
Más información en Armando.info