El procesador global de papel Smurfit Kappa Group negó el jueves las acusaciones del Gobierno de Caracas en contra de su unidad venezolana.
El gobierno de Venezuela ocupó temporalmente la unidad local de Smurfit Kappa y ordenó ajustes de precios inmediatos para todos sus productos tras una denuncia de un grupo de trabajadores por la paralización de una de sus plantas.
La compañía, que ha operado en el país caribeño desde 1986, dijo que rechaza por completo las acusaciones, efectuadas tras dos días de inspecciones gubernamentales, y que las considera sin fundamento.
La unidad Smurfit Kappa Carton de Venezuela representó menos del 1 por ciento de las ganancias estructurales del grupo en los primeros seis meses del 2018, según informó la empresa.
Reuters