Las autoridades migratorias de Perú comenzaron a exigir hoy, desde la medianoche, el pasaporte a todos los inmigrantes venezolanos que llegan a su frontera, principalmente desde Ecuador. EFE
El requisito es una medida emprendida por el Gobierno peruano ante la masiva inmigración que llega diariamente desde Venezuela, con un promedio de 3.000 llegadas diarias por el puesto fronterizo de Tumbes, en la frontera con Ecuador.
A ese punto llegaron pocos minutos antes de la medianoche alrededor de una decena de autobuses con centenares de venezolanos a los que el Gobierno de Ecuador había facilitado un corredor desde su frontera con Colombia.
Los inmigrantes recibieron un boleto por orden de llegada que tranquilizó a quienes no disponían de pasaporte, ya que les garantizaba su ingreso a Perú incluso pasada la medianoche mientras se mantuviesen en la larga cola de atención, constante durante toda la jornada.
Quienes se quedaron sin boleto solo podrán ingresar a Perú en casos de carácter humanitario como niños que estén acompañados de sus padres, mujeres embarazadas o ancianos.
Algunos que no cumplían con estas condiciones estaban viendo la forma de ser aceptados en la cola tras haber viajado durante al menos cinco días desde Venezuela con las maletas a cuestas.
Para la mayoría es la última frontera que cruzarán en su travesía por Sudamérica, mientras que un grupo menor continuará hacia el sur, rumbo a Chile y Argentina.
La restricción de Perú para los inmigrantes venezolanos entró en vigor horas después de que la Justicia de Ecuador anulara la misma medida en el país vecino y diera un plazo de 45 días al Gobierno ecuatoriano para que presente un plan de contingencia si es que quiere seguir aplicando esa medida.
Para los que deciden quedarse en Perú, el siguiente paso es conseguir el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), documento que les permite residir en el territorio peruano, y de los que ya se dispensaron unos 71.000, mientras que otros 100.000 están en trámite.
Perú es el segundo país que alberga a más inmigrantes venezolanos, con alrededor de 400.000 residentes, de los que la mayoría llegó en el último año.
El 80 % de ellos entró con pasaporte, mientras que el 20 % lo hizo con la cédula de identidad, según los datos de Migraciones.