La hiperinflación se ha convertido en la principal causa de las angustias y pesares que sufrimos los venezolanos, al encontrarnos como día a día disminuye nuestro poder adquisitivo y la capacidad de consumir alimentos, medicinas y cualquier otro producto que tengamos la necesidad de adquirir.
Nota de prensa
A pesar de los distintos aumentos de salarios, bonos o cualquier otra mejora a los ingresos totales que reciben las familias Venezolanas, vemos como estos beneficios son diluidos por la creciente hiperinflación que nos arropa, así lo reflejan las variaciones de precios de todo lo que consumimos y que se observan de enero a julio del 2018. Donde a pesar de todos los aumentos otorgados en el año el consumo se redujo a la mitad o menos, de lo que se podía adquirir de acuerdo a los ingresos totales familiares el pasado mes de diciembre 2017.
Las opiniones expresadas por los estudiosos en el tema de las causas y efectos de la hiperinflación, son coincidentes en señalar a la creciente masa monetaria que tenemos en el país como la principal causa de esta problemática que empobrece más y más a las familias Venezolanas.
¿Quien se beneficia de esta política monetaria expansiva aplicada por el Banco Central y a quienes afecta?
El gran beneficiario es el Gobierno Nacional al poder cubrir todas sus necesidades de gasto público con la asistencia financiera que le brinda el Banco Central, así lo demuestra la gran cantidad de bolívares en circulación con un monto estimado cercano a los 4.500 billones de bolívares fuertes(ósea unos 45.000 millones de bolívares soberanos). Con tan gran cantidad de dinero en manos del público con una producción nacional en sus mínimos históricos, unido a reducidas importaciones. Se hace evidente el impacto en los precios al proceso inflacionario afectar toda la cadena productiva, de distribución y comercializadora.
¿Quiénes somos los afectados?
Todos los venezolanos, ya que la hiperinflación se convierte en el mayor impuesto que pagamos al Gobierno los ciudadanos, al financiarse el creciente déficit público con el dinero inorgánico que proviene del Banco Central. Lo observamos al comparar cuanto ha subido la cantidad de dinero en circulación semana a semana durante el 2018 y el crecimiento de la hiperinflación de enero a agosto de este año.
Los números están a la vista los cuales demuestran los desbastadores efectos en nuestra capacidad de consumo y minimización creciente del poder adquisitivo.