Ana Carina Aires llegó hace 4 meses a Boa Vista cuando estaba embarazada aún de la bebita que hoy lleva en brazos. Dejó atrás a una hija de una relación previa y salió de Barcelona, Venezuela, con su nueva pareja y el padre de la bebé. Sin embargo la situación no ha sido fácil para ella y los venezolanos que se han unido en este campamento improvisado en la capital de Roraima.
Con información de Voz de América (VOA)
“Ya tenía casi ocho meses de embarazo y tuve que andar pidiendo cola porque ya no nos quedaba plata de la que habíamos traído”, relató Aires ante las cámaras de VOA. La madre venezolana asegura que para subsistir tiene que “pedirle dinero a los vecinos o lavarles la ropa”.
“Ya llevamos como cuatro meses aquí y la bebita tiene dos”, mencionó. Para llegar hasta Roraima, tuvo que vender cuatro latas de leche que guardaba para el nacimiento de su hija.
“No pido que me regalen nada. Mi familia y yo lo que queremos es que nos den trabajo”, afirma.