El género femenino en Venezuela es sin duda algunasinónimo de dignidad, esfuerzo, trabajo, valentía y miles de tantos valores agregados positivos. Por muchas generaciones nuestras madres y abuelas nos han enseñado de ser siempre lo bueno a lo mejor, educarnos y hacernos profesionales para cada vez depender menos de aquel tabú que solo el “hombre de la casa” era quien podía trabajar y la mujer se quedaba atender a la familia.
Al transcurrir los años no solo la tecnología avanzó, sino generaciones de relevos que se preparan y compiten contra un mercado masculino, estudian más que los hombres y se preparan más para una sociedad.
La mujer venezolana le tocó entender que debía estar tres pasos más adelante que los hombres y poder conquistar espacios y tiempos. Esto conllevó a despertar inquietud por la independencia y la remuneración, ocasionando que las estadísticas demuestren que cada vez son más los hogares cuyo “jefe de familia” es una mujer. Activando una alerta de competencia contra el otro género masculino.
Uno de los campos más duros para la mujer venezolana ha sido el sector político, recordando que la mujer tuvo el derecho al sufragio varios años después que los hombres, evidenciando que la mujer no estaba en los planes para la construcción política. Los políticos se vieron en la necesidad de incorporar cada vez más a la mujer venezolana para poder conquistar espacios y poder consolidar el modelo democrático.
Pero esto no hizo parar que después de los años 80 la mujer empezara a contribuir por propia iniciativa la incorporación de sindicatos y magisterios, pero siempre por ser una “voz débil” eran remuneradas muy por debajo de los hombres.
La mujer venezolana no solo se prepara, sino que asume más obligaciones de las que “les asignaban el género masculino”, sin embargo si bien la mujer avanzó en crecimiento laboral, también lo hizo la violencia contra el género, la amenaza de la mujer en la sociedad para algunos hombres es una amenaza contra su “hombría” sosteniendo según ellos que la mujer solo era para la casa y el hombre para la calle.
Esto trajo como consecuencia la violencia verbal y psicológica, según estadísticas “la mujer pasa más de 7 años en pareja aguantando violencia por parte de un hombre antes de colocar una denuncia”. Hay un número significativo de mujeres víctimas silenciosas de un agresor solo por ser mujer.
Tenemos una alerta importante de violencia contra mujeres venezolanas no solo en el país sino fuera. El éxodo venezolano no es un secreto y la necesidad de mantenerse de alguna forma y sobrevivir, ha hecho que un gran porcentaje de mujeres sean invitadas y hasta obligadas hacer trabajos sexuales para poder costear gastos y vivir de alguna forma, muchas han perdido la vida.
Sin embargo no todo es negativo hay avances sumamente importantes respecto a la materia de Derechos Humanos, lo cual no deja de incluir los derechos femeninos, estas leyes no solo están en Venezuela, sino en el mundo amparan a la familia y la mujer.
En tiempos como los que vivimos ahora más que nunca necesitamos la figura de la mujer venezolana esa que le ha tocado salir adelante con y por su familia, donde ahora todos mayores de edad deben de contribuir social y económicamente al país para la reconstrucción de una sociedad.
@greyesq