El presidente Daniel Ortega pidió este miércoles a Estados Unidos respeto y “no meterse con Nicaragua”, horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU, por instancia de Washington, discutió la crisis en el país centroamericano, que ha dejado más de 320 muertos.
“A los Estados Unidos le decimos que si quieren ayudarle al pueblo nicaragüense, si quieren contribuir a la paz, lo mejor que pueden hacer es no meterse con Niaragua, respetar a Nicaragua como nación soberana y digna”, dijo Ortega en un discurso ante miles de seguidores.
Ortega respondió así a los esfuerzos de Estados Unidos para llevar la crisis política de Nicaragua al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, frente a la oposición de Rusia, China y Bolivia.
La embajadora estadounidense, Nikki Haley, manifestó este miércoles que “el Consejo de Seguridad no debe ni puede ser un observador pasivo mientras Nicaragua continúa cayendo en un Estado fallido y dictatorial, porque sabemos a dónde lleva ese camino”
La diplomática aseguró que “con cada día que pasa” Nicaragua avanza por la senda de Siria y Venezuela, ambos signados por el “éxodo” masivo de sus ciudadanos.
Regreso de desplazados
En tono conciliador, Ortega llamó a los nicaragüenses que han emigrado a Costa Rica a que regresen. “El que no torturo, no mató, se le va a acoger (…) porque tenemos que reencontrarnos y reconciliarnos”.
Ortega también manifestó que hay que “seguir profundizando este diálogo entre las familias” y aseguró que “tenemos que poner a prueba toda nuestra capacidad, disposición, generosidad para que nos vayamos reencontrando”.
Pero su mensaje fue criticado por la oposición, que cuestionó sus intenciones en momento que continúa la persecución de opositores que participaron en las protestas antigubernamentales iniciadas en abril.
“Mientras no cesen las causas del terror, ¿quién va a querer regresar? No veo que Ortega esté diciendo que va a cesar la persecución, que ya no van a llegar policías a la casa de gente a medianoche. No veo que esté eliminando las causas del temor y del terror. Lo que dijo es que todo seguirá igual”, dijo a AFP el exvicecanciller opositor José Pallais.
El exfuncionario también refutó el llamado a reconciliarse porque “para vivir bajo sus reglas, en una normalidad basada en la represión, la persecución no es reconciliación”.
El mandatario habló ante miles de simpatizantes que este miércoles se volcaron a las calles en respaldo a su gobierno
La multitud que recorrió bajo un ardiente sol unos seis kilómetros, desde la emblemática rotonda Jean Paul Genie, en el sureste de Managua, hasta la rotonda Hugo Chávez, en el antiguo centro capitalino.
Los participantes en la marcha repetían consignas como “el comandante se queda”, en rechazo al amado de opositores a que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, dejen el poder.
Los manifestantes pidieron “justicia” para las víctimas de la violencia de las protestas, que según el gobierno son 198, pero que organismos de derechos humanos estiman en más de 320.
“Ellos los mataron, que paguen por sus crímenes”, reclamaban los seguidores del gobierno, en coincidencia con la posición oficial de que los responsables de la violencia son los manifestantes antigubernamentales, que iniciaron sus protestas el 18 de abril contra una reforma a la seguridad social.
“Andamos aquí apoyando a nuestro comandante (Ortega) y pidiendo justicia por la destrucción de todo lo que hicieron estos vandálicos, terroristas, golpistas”, dijo a la AFP una señora que no dio su nombre.
Ortega, de 72 años y con 11 consecutivos en el poder es señalado por sus críticos de instaurar una dictadura junto a Murillo, marcada por la corrupción y el nepotismo.