Un golpe de Estado es una operación militar que requiere de un sistema de comunicaciones fiables, probablemente criptografiados con una concepción operacional suficientemente cierta, para lo cual demanda de apoyos logísticos y operacionales precisos, que garanticen el éxito. En Venezuela desde el año 2002, con lo que se conoce con el Momento Político Militar Revolucionario no existe un estamento militar, esa organización mutó hasta convertirse en un partido político en armas como gobierno y no tiene capacidades operacionales de ningún tipo. Carece de un sistema de telecomunicación que tenga un medio principal, un medio alterno y un medio secundario , no existe un medio de transporte que permita el traslado de efectivos, no tiene adiestramiento ni entrenamiento pero más grave aún… no tiene líderes militares, comandantes, jefes, por cuanto la cúpula militar acciona como caporales o vasallos del régimen autocrático militarista.
El Estado-nación venezolano, en consecuencia, ha mutado a un Estado Cuartel. Estado Cuartel que es la expresión de un grave proceso de regresión política del Estado Nación, en el cual se privilegia la polemología, que como ciencia del conflicto orilla la política y emplea las bayonetas y las bocas de fuego, para intentar imponer el orden social, en consecuencia no hay estamento militar, no hay fuerzas armadas. El Estado Cuartel que hoy gobierna a Venezuela deviene del Estado polémico, del Estado Policial, del Estado Guarnición y como gobierno mantiene estricto control mediante los órganos de inteligencia sobre el Estado, la sociedad y sus estructuras.
Un golpe de Estado con el control del Estado Cuartel resulta un razonamiento infantil y etéreo, consecuencia del desconocimiento de cuanto se ha transformado a lo interno del militar para convertirlo en caporales o vasallos del socialismo a juro. El socialismo a juro tiene que ser objeto no de un golpe de Estado, sino de un hecho político como lo es la transición política. La Transición Política entendida como un proceso de socialización, en el cual el cuerpo de líderes con legitimidad de origen, que sí existe en Venezuela, se convierta en el motor funcional de la transición política en una estrecha yunta político-ideológica con la ciudadanía venezolana. que como lo demostró el 16 de julio del 2017 y el 20 de mayo de 2018, rechaza de manera abierta, consistente y republicana al exabrupto de los golpista del 4F y del 27N que hoy arrepentidos de sus locura …prometen el inviable e imposible golpe de Estado.
¡Golpe NO… y nunca! ¡Transición Política sí! , factible y realizable. La transición política como proceso de socialización y de participación política contendiente, es el reto político de mujeres y hombres venezolanos demócratas, dispuestos a reordenar la transición del Estado-nación para instaurar la democracia liberal inacabada y/o inconclusa, que acompañó desde 1958 hasta 1999 a una sociedad que posee un gen democrático, como haz de energía para alcanzar el desarrollo civilizado. La transición política es una tarea política, una faena compleja que impone recuperar la confianza del ciudadano, definir los tiempos y elaborar el proyecto de gobierno que asegure el cumplimiento de la Constitución y las leyes de Venezuela con el gobierno de transición.
La Transición Política dejará claro como acción política genuina que no es la violencia, la forma para reconstruir la democracia, que no son los uniformados quienes pueden garantizar el retorno a la democracia, que no son las mafias de uniformados que dieron la espalda a la ética militar los que pueden aparecer como actores principales. Son los lideres político, mujeres y hombres que durante más de 20 años han venido trabajando por la reconstrucción de la libertad y la seguridad, son los profesores, los maestros, los curas, los profesionales, los ciudadanos de toda la geografía de Venezuela, que como un compromiso histórico ejecutaran la Transición Política para que aflore la democracia liberal.
La Transición Política es una acción de líderes y ciudadanos cubierta por la Constitución y las leyes, que conducirá a un nuevo gobierno de transición, pero que igual exigirá en extremo la aplicación de las leyes a quienes han venido violentado el Estado de Derecho propio de una democracia La Transición Política es un hito que permitirá la participación política contendiente, es decir, la disposición voluntaria de hombres y mujeres democráticos en su tiempo , sus recursos pero sobretodo con un apoyo ético que desde ya envié el más claro mensaje a quienes han violentado, perseguido y destrozado a la ciudadanía y la República, igual que al continente y al mundo para que se sepa que en Venezuela lo que sobra… es democracia.
La Transición Política como realidad no es fácil, no es rápida, no es cómoda, exige conocimiento político y social, coraje cívico, proyección y prospección con relación al devenir. Un devenir que será muy difícil en lo económico, pero mucho más difícil en lo político y en lo social y en la instrumentación del poder -habida cuenta- que desde ya sabemos que la barbarie del militarismo autocrático tiene organizado su guerrilla rural y su guerrilla urbana, para contener el esfuerzo de mayor envergadura política que se conozca en América latina, como es el de desplazar a un comunismo incestuoso, mafioso y criminal mediante una transición política propia de los demócratas con fe en el porvenir.
Es original,
Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 11 de septiembre de 2018