Mónica Santamaría: “Razonar y amar a Venezuela no es un delito”, Por José Luis Centeno S

Mónica Santamaría: “Razonar y amar a Venezuela no es un delito”, Por José Luis Centeno S

El pensamiento disidente ha sido avasallado por medidas extremas del régimen. Ser capaz de disentir es un peligro, centenares de presos políticos sufren sus consecuencias, no basta con encarcelarlos siendo inocentes, ¡no!, las atrocidades tras las rejas ocurren en menoscabo de sus vidas ante la dificultad de causarles daño moral. “La intención es clara, dañar al ser humano”, afirma Mónica Santamaría, conocedora de las perversiones que han desgarrado al Movimiento Nacionalista.

Mónica es hermana de José Luis Santamaría, a quien Inés González Árraga (Inesita La Terrible) considera un “preso político de la tiranía”, por querer un cambio en Venezuela. Es la segunda vez que está “preso ilegalmente”, advierte Melanio Escobar; antes estuvo prisionero casi cuatro años en El Helicoide y una cárcel de alta peligrosidad, el Rodeo II, donde supo que es estar aislado en una celda de castigo.





Como ex preso político, José Luis insistió en el dolo y daño ocasionados a personas de carne y hueso sujetas a los “antojos” de un poder injusto: “Estuve preso desde el 24.7.2014 y liberado por medida cautelar el 6.10.2017, para personas que llevan 14 años, para personas que llevan 3 meses, para quienes llevan un día es una cosa inaceptable cuando se es inocente”.

A finales de noviembre de 2017, “su voz truena ante la traición vestida de oposición”, así recuerda Noel Leal cuando el dirigente del Movimiento Nacionalista se presentó a la AN exigiendo a los diputados “escuchen a los ciudadanos”, “Basta de traición”, demandó “coherencia política” y la “Liberación de presos políticos antes del 1D”, y rechazó el encuentro pautado entre el régimen y la oposición catalogándolo de “¡Dialogo de sordos!”.

Antes de los 6 meses de haber dicho todo aquello, volvió a prisión junto a Vasco Da Costa y otros 7 prisioneros políticos, todos militantes del Movimiento Nacionalista, esta vez a una cárcel castrense, el área de Procesados Militares en Santa Ana, Estado Táchira, siendo la justicia militar la llamada a poner freno a sus palabras, liderazgo y valentía.

Mónica nos relató lo ocurrido el lunes 16 de abril de 2018, “fue la detención arbitraria de mi hermano, le inventaron delitos inverosímiles. Lo único real es que él ha dicho con voz clara: Vivimos en una Tiranía, con opositores cómplices. Nos piden votar y lo ético es que urge Botar al tirano”.

Ese día desapareció, igual suerte corrió Vasco y los demás militantes del Movimiento Nacionalista señalados de integrar una célula terrorista en el marco de la llamada “Operación Gedeón II”. A sus familiares les fue anulado el Derecho a saber dónde y cómo estaban.

Su tenaz hermana denunció el hecho: “Han pasado horas y seguimos sin saber nada de mí hermano José Luis Santamaría ni de Vasco Da Costa”. Igual hizo Nehomar Hernández: “Está desaparecido nuestro amigo José Luis Santamaría, quien estuvo preso y es perseguido político, no saben nada de él desde ayer, esto es muy preocupante”.

No hubo contemplaciones, fueron “secuestrados y torturados”. El 18 mayo de 2018, Tamara Suju informa “que los presos políticos Vasco da Costa y José Luis Santamaría en la requisa de anoche en Santa Ana, Táchira, fueron TORTURADOS nuevamente con descargas eléctricas luego de echarles agua, los golpearon y están en celdas de castigo”. Antes, el 23 de abril, Mónica reveló que su hermano era torturado: “Tiene las manos destrozadas”.

Tras las rejas la vida de los nacionalistas está en riesgo, sufriendo el daño sistemático a su salud. Hay más, la Audiencia Preliminar no se da por falta de traslado. La causa de tanta atrocidad sería la firmeza de José Luis, “Soy demócrata pero primero soy ciudadano venezolano”, y el llamado a “Defender nuestro legítimo derecho a vivir en Libertad”. Claridad que tendría a más de uno furibundo en la MUD y el PSUV.

Este 30 de agosto, Marcos Polesel hizo pública una carta de José Luis, en la cual destaca seguir “a la espera de que se convoque la audiencia preliminar”, la problemática de salud que atraviesan especialmente Vasco y él, sin que exista “informe legal, forense, ni tampoco atención médica oportuna de salud. Cada día que pasa sólo va en decremento nuestra salud tras haber recibido tortura física, trato cruel e inhumano”.

Mónica Santamaría, no deja de gritar “¡Libertad!”, por su hermano y cada preso político, ansiando “que nuestra esencia humana no se llene de más horror”. Para ella, “La vida tiene que tener sentido en una existencia digna y libre… no en la vileza de una revolución manchada y que irremediablemente desaparecerá”, implicando, en la perspectiva de los Derechos Humanos, “la reconquista de lo que nos pertenece, la libertad. Así de simple, así de importante. Vivir de manera digna y en libertad”.