Bar que vio nacer a la banda Alabama, en el ojo del huracán Florence

Bar que vio nacer a la banda Alabama, en el ojo del huracán Florence

 

Victor Shamah, propietario del bar The Bowery, en Myrtle Beach, en Carolina del Sur, donde nació la banda Alabama, está decidido a afrontar el paso del huracán Florence. | AFP / Alex Edelman

 

Por Leila Macor / AFP





Hace 38 años, Victor Shamah compró el bar The Bowery, que vio nacer a la banda Alabama, en la playa de Myrtle Beach, en Carolina del Sur. Este viernes, el hombre de 60 años está decidido a enfrentar a la tormenta Florence en esta cabaña llena de recuerdos y proteger “algo que ama”.

“Lo que pasa es que esto se convierte en tu orgullo y alegría”, dice Shamah en la puerta del local, con la entrada delantera y las ventanas tapiadas con chapas de madera, cuando el huracán comenzaba a hacerse sentir en el norte de Carolina del Sur. “Es algo que hago todo el tiempo, es algo que amo. The Bowery es parte de mí”, comenta a la AFP.

Detrás de él, las nubes se arremolinan pesadamente y el mar se retira de la orilla, con la intención de cumplir luego la amenaza de inundar toda la costa, según meteorólogos, con hasta tres metros de agua. Este viernes, el huracán ya causaba estragos en el vecino estado de Carolina del Norte, que padecía fuertes lluvias, crecidas e inundaciones. Mientras, Carolina del Sur ya comenzaba a sentir su furia.

Pero Shamah, que además tiene otras propiedades en el paseo costero de Myrtle Beach, piensa quedarse en el segundo piso del histórico bar, fundado en 1944. El “súpergrupo”, que colocó números 1 como “Mountain Music”, “Roll On 18 Wheeler” y “If you’re gonna play in Texas”, tocó en The Bewery por propinas desde 1973 hasta 1980, contó Shamah. “Sólo propinas, todos los veranos”, dice.

Hasta que en 1980 la banda formada por Randy Owen, Teddy Gentry y Jeff Cook abandonó el bar y firmó un contrato con la discográfica RCA.

Fue entonces cuando Shamah, que ya tenía la propiedad contigua, compró el bar en el que habían tocado durante años sus amigos de Alabama, a quienes acompañó en algunas giras fuera de temporada. Bajo la lluvia y azotado por el viento, Shamah abre el local por la puerta trasera para mostrar los recuerdos que tanto le cuesta abandonar a la voluntad de Florence.

Las paredes están forradas de fotografías de la banda de country de la década de 1970 y, en una esquina, se erige una máquina “que dice la fortuna” de unos 60 años.

En lo alto hay 21 copias de los discos de oro que ganó Alabama, dedicados al bar, y entre los muchos recuerdos una guitarra de su “Farewell Tour”, la última gira de la banda en 2003. “Los primeros años ellos no eran nadie. Alabama no hizo The Bowery. Fue The Bowery el que hizo Alabama. Ellos aprendieron aquí cómo entretener”, rememora Shamah. “Esto es parte de mí. No lo puedo reemplazar. Todo es original”.