La Escuela de Turismo Ostelea acaba de presentar el informe “Museo y turismo cultural: Tendencias en España a nivel global” en el que se recogen algunos datos significativos sobre las cifras de turismo cultural y experiencial y cómo se está aprovechando desde algunos de los museos más significativos del mundo.
Por Tur 43
El informe recoge el incremento significativo en el gasto cultural en España que se ha recuperado en los últimos años hasta llegar casi a igualar las cifras de gasto medio registradas antes de la crisis económica, con 306,7 euros de media por persona en 2016.
La tendencia de manera genérica, según recoge el informe, así, la asistencia a los 20 museos más importantes del mundo se ha incrementado el 0,2% . Por ejemplo, el Louvre recibió en 2017 8,1 millones de visitantes, un 10% más que el año anterior, encabezando la lista de lo más visitados. La lista se completa con el Museo Nacional de China, el Museo de Espacio de Washington, el MOMA o el museo del Vaticano, entre otros.
¿Cómo se distribuye el turismo cultural?
Europa es el continente que concentra mayor número de museos entre los más importantes del mundo, seguida de América del Norte. En Latinoamerica países como Colombia, Perú y Cuba aparezcan en el escenario con importantes números de recintos museales. En el 2017, por ejemplo, Brasil contaba con 3,735 museos, seguido por México en donde existen 1,262 y Argentina con 1,016 museos. En México se encuentra uno de los museos de antropología más visitados del mundo. En Argentina se confirma la aportación creciente de los museos a la economía con proyecciones que indican que podrían llegar a facturar 84 millones de dólares en 2018. El mismo fenómeno se registra en Chile con unas previsiones optimistas de 97 millones de dólares para el 2018.
En España, los museos más visitados son el del Prado, con 3,8 millones de visitantes en 2017, seguido por el Reina Sofía, con 2,8 millones.
Museos y digitalización
Para aprovechar el tirón del turismo cultural y ofrecer nuevos productos, son varios los museos que han ido actualizando su oferta con nuevos productos digitales. La digitalización aplicada a estos espacios se ha utilizado en aspectos como la catalogación, la oferta de recursos en línea y las exposiciones virtuales. También se ha recurrido a la realidad aumentada y a la realidad virtual utilizadas en el uso de gráficos en 3D que sumergen al usuario en entornos simulados como reconstrucciones virtuales de zonas arqueológicas desaparecidas o en vías de destrucción.
Veamos ahora ejemplos concretos de esta aplicación del mundo digital al turismo cultural. El Museo del Prado ha digitalizado cerca de 12.000 documentos y escritos con el propósito de segmentar y analizar los perfiles de sus públicos y saber cuáles son las obras o documentos que despiertan mayor interés. También ha creado una app, Second Canvas Museo del Prado, que utiliza como herramienta educativa. Está disponible en 8 idiomas, incluye una imagen radiográfica del cuadro El emperador Carlos V, de Tiziano, y propicia la interacción del usuario preparándolo para la visita. También se puede integrar con las RRSS y, mientras el usuario navega por el interior de las obras, puede capturar imágenes a detalle y crear sus propias historias, que puede compartir en Facebook, Twitter o enviar por email.
El museo Reina Sofía ha utilizado el big data y la digitalización en varias de sus obras icónicas como el Guernica y cerca de 1.950 documentos relacionados con la obra de Picasso. También lo ha hecho el Museo Thyssen-Bornemisza con cuadros de Caravaggio, Zurbarán, Van Gogh y Pissarro. Estas pinturas han sido digitalizadas en súper alta resolución para mostrar detalles inapreciables para el ojo humano.
El uso de la tecnología relacionada con la robótica tiene como referente el Museo del Palacio Nacional de Taiwan -con It’s a Big World: Globetrotting- o el Museo Miraikan de Japón, con un robot desarrollado por Honda que trabaja como divulgador científico.
Museos que se abren a las redes
El Museo Metropolitano de Nueva York, por ejemplo, utiliza Instagram para publicar imágenes de sus galerías que muestran cómo es el interior del museo fuera de los horarios de visita usando el hashtag #EmptyMet. También lo hacen en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, invitando a sus visitantes a descifrar secretos en las diferentes salas para una visita más dinámica y diferente.
Una iniciativa similar se ha seguido en el Museo del Prado, donde se utilizan los stories de Instagram para explicar cada día un cuadro en una sala sin público.
El avance hacia los museos inclusivos es una tendencia en alza que contribuye a la igualdad de oportunidades para todas las personas. La falta de accesibilidad es una forma indirecta, pero sutil, de discriminación; por esta razón los museos han integrado en su entorno prevenciones para que puedan ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona, discapacitada o no. El Museo Nacional de Arte de Cataluña, por ejemplo, está adaptado para personas con movilidad reducida en la mayoría de los espacios.