Insólitamente, el afectado se quejó acerca de los dedos del doctor que le hizo el examen de próstata, por ser gruesos, reseña Abriendo Brecha.
“Fui a la guardia del hospital, porque tenía mucha molestia al orinar y me costaba hacerlo”, inicia contando.
“Allí el primer médico que me atendió, me dijo que espere unos minutos que me iba a revisar un urólogo. EL urólogo era una persona obesa, ya cuando me dio la mano me llamo la atención el grosor de sus dedos”, agregó la persona que nada más se identificó como Fernando.
Además piensa que de alguna forma fue abusado sexualmente.
“Me dijo que tenía que hacerme tacto de próstata. Yo estaba confundido por la situación. Volví a mirarle las manos. No me dio tiempo a negarme. Fue todo muy rápido”.