Un incremento constante de la producción de petróleo en Estados Unidos tomará ritmo en los próximos cinco años, dijo la OPEP el domingo, pronosticando que la demanda del crudo que produce el grupo declinará pese a un creciente necesidad energética alimentada por la expansión global de la economía.
“La declinante demanda de crudo de la OPEP es resultado de la fuerte oferta no-OPEP en el período 2017–2023, la más notable la de crudo de Estados Unidos”, dijo la Organización de Países Exportadores de Petróleo en su panorama mundial del petróleo a largo plazo.
“Estados Unidos sigue siendo por mucho la más importante fuente de crecimiento de oferta en el mediano plazo, contribuyendo (…) con dos terceras partes de la nueva oferta, liderada por la creciente producción de petróleo no convencional”, agregó.
En los últimos años Estados Unidos ha llevado la producción de crudo a niveles récord respaldado por la revolución del petróleo no convencional que posibilitaron las nuevas tecnologías, a partir de las cuales se pudo acceder a reservas anteriormente consideradas antieconómicas.
Las sanciones de Estados Unidos a los miembros de la OPEP Venezuela e Irán han colaborado para que los precios del petróleo alcancen máximos desde 2014 a alrededor de 80 dólares por barril, incitando también a los productores estadounidenses a incrementar el bombeo.
Sin embargo, el aumento de los precios de la gasolina para los consumidores estadounidenses podría generarle un dolor de cabeza al presidente Donald Trump, quien el jueves volvió a pedir a la OPEP que incremente su producción.
La OPEP dijo que ha revisado su proyección de crecimiento de crudo y líquidos producidos por fuera del grupo, y que ahora estima que el incremento será de 4 millones de barriles diarios más que en el reporte del año pasado.
Según la estimación de la organización, los países no OPEP producirán 66,1 millones de bpd de crudo y líquidos en 2023, desde los 57,5 millones de bpd que pronosticaba en 2017.
La producción total de crudo de Estados Unidos llegaría a 20 millones de bpd. Eso haría que la mayor economía mundial, otrora el mayor importador mundial de crudo, se convierta en autosuficiente en materia energética.
Como resultado de estos cambios, la demanda del crudo producido por la OPEP caería a 31,6 millones de bpd en 2023 desde 32,6 millones en 2017. En su reporte del 2017 la OPEP esperaba que la demanda de su producción fuera de alrededor de 33 millones de bpd hasta mediados de la década de 2020.
La caída en la demanda de crudo OPEP en el mediano plazo ocurriría pese al constante incremento de la demanda global de petróleo.
La OPEP pronostica ahora que el consumo global de crudo para 2020 alcanzará los 101,9 millones de bpd, 1,2 millones de bpd más que en el reporte del 2017.
Reuters