El diputado Freddy Superlano, presidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, insiste en que “la principal causa de la crisis que vivimos los venezolanos, tiene que ver con la corrupción desbordada y el despilfarro de nuestras riquezas”.
Nota de prensa
Superlano, dedicado de lleno a llegar al fondo en todos los casos de corrupción, destaca para comenzar el caso relativo a las investigaciones que se adelantan contra el General Carlos Rotondaro y una empresa llamada Corpovex por presunto daño patrimonial al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) y por presuntos excedentes en compra de medicinas e insumos tanto en Venezuela como en el exterior. El parlamentario precisa que, según la investigación, se calcula que el monto del desfalco a la nación se ubicaría en una cifra alrededor de los 100 millones de dólares solo en la compra de unos medicamentos.
“Tras recibir una denuncia del diputado Winston Flores, tenemos casi dos meses de investigaciones en este caso en el que figura Rotondaro, varias personas más y unas 10 empresas”, precisa el presidente de la Comisión de Contraloría de la AN.
“Rotondaro, quien estuvo ocho años al frente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, habría solicitado realizar una compra de medicamentos por el monto de 100 millones de dólares, que al parecer nunca se hizo, por lo cual la Comisión Permanente de Contraloría procedió a realizar las citaciones correspondientes”, explica el entrevistado y continua: “Las empresas que aparecen involucradas en la investigación que realiza la comisión que presido, tienen vínculos en Panamá, por lo cual ya solicitamos el apoyo de las distintas unidades de inteligencia financiera en Latinoamérica que tienen su sede principal en ese país. Igualmente lo hicimos con otros organismos internacionales, porque no vamos a permitir que ninguno de estos delitos queden impunes”, sentencia Superlano.
Indica Superlano que las investigaciones permitieron a la Comisión de Contraloría de la AN establecer los vínculos de Rotondaro con varias personas que presuntamente actuaron en calidad de testaferros. Entre los nombres que menciona, incluye al Mayor (r) del Ejército, William Hernández, quien se encuentra en Colombia. Figuran, de igual manera, miembros del personal de alta confianza de Rotondaro en el IVSS, como lo son Yolimar Rodríguez, ex directora de Finanzas; Carolina Chaguan, jefe de Comunicaciones del instituto y su hermana Patricia Chaguan.
“Este grupo y otros manejaban unas 10 empresas, que se encargaban de hacer compras en nuestro país, como por ejemplo los insumos de hemodiálisis, que hasta el año 2010 los vendía en forma directa Fresenius Medical Care Master de Venezuela”, dice Superlano. “Pero Rotondaro en el año 2011 decidió retirar a estas empresas y utilizó para tales fines a otras como la de William Hernández junto a otro ciudadano de nombre Daniel Rangel, a quien tipificamos como ‘el zar de las unidades de diálisis’. Él compraba a unas empresas transnacionales que tenían sedes en Venezuela las líneas, los dializadores, los catéteres, la heparina, el hierro, todo lo que hacía falta para el proceso de hemodiálisis, para luego revendérselas al IVSS con excedentes en los precios”, puntualiza el parlamentario.
El presidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional señala que en el caso de los medicamentos de alto costo hicieron lo mismo, es decir, las empresas que con efectividad vendían medicamentos al IVSS fueron sustituidas por empresas de maletín, creadas para tales fines entre 2010 y 2011. “La jugada de Carlos Rotondaro fue idéntica: la venta de estos medicamentos con acentuados sobreprecios. Detectamos esta situación en los insumos o tratamientos que requieren los pacientes hemofílicos, los que padecen cáncer, los trasplantados, los afectados por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), etc.”, desglosó.
“El IVSS tenía un convenio con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que le permitía integrar el
llamado fondo rotatorio de medicamentos de alto costo. Lo grave es que ese consumo no se hacía a través de un crédito que daba la OPS”, apunta Superlano.