La empresa de envases Smurfit Kappa anunció el lunes que perdió el control de las instalaciones de su filial Smurfit Kappa Cartón de Venezuela, que fueron ocupadas por el gobierno, y que asumirá un cargo de 60 millones de euros.
“Desde la notificación de la orden de ocupación, la compañía ha sido objeto de interferencia del Gobierno, incluso mediante hostigamiento arbitrario a sus empleados por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) a través de visitas no autorizadas que tienen el efecto de intimidar a la fuerza de trabajo”, dijo la empresa en un comunicado de prensa.
Dos empleados de la compañía continúan bajo arresto, que Smurfit Kappa considera arbitrario.
La compañía, que tiene su sede en Dublín, dijo que se reserva el derecho de ejercer acciones legales.
Reuters