La crisis de Venezuela fue uno de los temas centrales en la apertura del 73° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Los principales líderes aprovecharon este martes su discurso en el plenario para denunciar las violaciones a los derechos humanos por parte del régimen de Nicolás Maduro y para instar a la comunidad internacional a seguir presionando a la dictadura chavista, reseñó Infobae.
El presidente encargado de abrir las sesiones fue el brasileño Michel Temer. En los casi 20 minutos de exposición, abordó la crisis venezolana y las medidas que tomó su gobierno para paliar la masiva llegada de migrantes de esa nación. “Brasil ha recibido a decenas de miles de refugiados venezolanos”, subrayó.
“Tenemos el deber de proteger a los inmigrantes. Brasil ha acogido a todos los migrantes que han llegado. Estamos hablando de decenas de miles de venezolanos. En Brasil nos sentimos orgullosos de nuestra tradición de hospitalidad”, agregó.
Lenín Moreno, presidente de Ecuador, fue el siguiente orador. Justamente otra nación que ha recibido a miles de venezolanos en los últimos tiempos. El mandatario sostuvo que su país está “recibiendo diariamente a 6.000 venezolanos” y alertó sobre el estado de salud de muchos de ellos, en especial de los menores. “Los niños llegan con sarampión, difteria y poliomielitis. Las embarazadas nunca se han realizado un control”, aseguró.
Luego instó a ser solidarios con los inmigrantes y pidió un diálogo en Venezuela: “Hemos urgido al gobierno y al pueblo venezolano a que resuelvan su crisis mediante el diálogo”.
Moreno también exigió la colaboración de la comunidad internacional para hacer frente a esta crisis. “No queremos que nos quedemos sólo en declaraciones diplomáticas, queremos una acción continental para hallar una solución estructural a los problemas del hermano pueblo venezolano”, subrayó.
El tercer presidente en exponer en la primera jornada de sesiones fue Donald Trump. El mismo día que su administración anunció nuevas sanciones contra funcionarios allegados a Maduro, entre ellos su esposa Cilia Flores.
“Pedimos a las naciones reunidas aquí que nos ayuden a llamar a la restauración de la democracia en Venezuela”, destacó el jefe de Estado norteamericano, quien calificó de “tragedia humana” lo ocurrido en ese país.
Trump responsabilizó al “socialismo” por la “quiebra de una nación rica en petróleo”, y llamó al mundo a resistir esa doctrina política que trae “sufrimiento, corrupción y decadencia”. Asimismo, aseguró que el gobierno chavista es un “régimen represivo” sponsoreado por Cuba, que llevó al éxodo de “más de dos millones” de venezolanos.
En una reunión posterior con el presidente colombiano, Iván Duque, Trump envió un mensaje poco sutil a Maduro, al opinar que su Gobierno “podría ser derrotado muy rápidamente si los militares deciden hacer eso”, además de confirmar que la Casa Blanca mantiene sobre la mesa la opción militar en lo relativo a Venezuela.
Otro que se refirió a la crisis del país caribeño fue Martín Vizcarra Cornejo, presidente de Perú, quien reiteró su condena a la “ruptura del orden constitucional” en Venezuela y aseguró que seguirá impulsando iniciativas para ayudar al “restablecimiento de la democracia”.
“El Perú condena la ruptura del orden constitucional, continuaremos impulsando iniciativas y foros multilaterales para ayudar al restablecimiento de la democracia en ese hermoso país”.
Perú es uno de los impulsores del Grupo de Lima, compuesto por una docena de países latinoamericanos que consideran roto el orden democrático en Venezuela y que han tomado diferentes iniciativas para incrementar la presión sobre el régimen de Maduro.
“Mi país expresa su inquebrantable solidaridad con el pueblo venezolano”, afirmó Vizcarra, quien pidió a la comunidad internacional que preste “atención” a la crisis en la nación caribeña, puesto que ha ocasionado una llegada “masiva” de migrantes a diferentes lugares de América Latina. “Ese éxodo no tiene precedentes en nuestra región y requiere de respuestas colectivas de la comunidad internacional”, aseveró.
Mauricio Macri, presidente de Argentina, expresó su preocupación “por la situación de los Derechos Humanos” en Venezuela y adelantó que su país “llevará a la Corte Penal Internacional la situación relativa a los crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana”.
El mandatario le pidió al régimen de Maduro que “reconozca la crisis humanitaria, para así poder desplegar la cooperación internacional que atienda las fuertes carencias sanitarias y alimentarias de los desplazados”.
“Somos parte de una respuesta regional y amplia que busca mitigar las dificultades de millones de venezolanos tras el éxodo de su país, recibiéndolos e integrándolos en la sociedad. La Argentina ya ha recibido a ciento treinta mil venezolanos”, completó.