Se dan golpes de pecho, por Gladys Socorro

Se dan golpes de pecho, por Gladys Socorro

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa… Después de 4 meses de las elecciones presidenciales del 20M en las que resultó reelecto Nicolás Maduro por una abstención inducida que sumó más de 11 millones de venezolanos, los líderes de los principales partidos políticos del país parecieran protagonizar al unísono un acto de contricción que pone en evidencia el gran error en el que incurrieron al dejarle libre el camino al gobierno para afianzarse en el poder, aunque eso significara abandonar a la gente a su suerte en medio de una inaguantable crisis política, económica y social.

Vemos a un Henrique Capriles, líder de Primero Justicia, uno de los partidos, que de la mano con Voluntad Popular, fue el que más se afincó en el llamado de abstención, reconociendo que el gobierno logró dividirlos y desarticularlos, a la vez que admite que han cometido muchos errores políticos y lanza una pregunta a la oposición: ¿qué se hará si el gobierno reforma la Constitución?, ¿nos vamos a quedar pasivos, de brazos cruzados, o vamos a luchar? Así mismo, recientemente vimos en el programa Vladimir a la 1 a Manuel Rosales, presidente de Un Nuevo Tiempo, señalar que su partido no estaba de acuerdo con la abstención el 20M pero tampoco con la candidatura de Henri Falcón.

En el caso de Acción Democrática, su presidente, Henry Ramos Allup, renunció a la Mesa de la Unidad a los pocos días de celebrarse las presidenciales, alegando que dicha coalición había cerrado su ciclo. Así, luego de liderar la campaña abstencionista en el país, sin hacer mucha bulla le dio cobijo nuevamente a los gobernadores adecos que se juramentaron ante la ANC y que habían sido expulsados de la tolda blanca. Basta con revisar su tuiter para darnos cuenta cómo destaca la gestión de Lady Gómez en Táchira. De igual manera, hoy está avocado a la reestructuración de su partido para estar preparado para cualquier batalla electoral.

Pero, ¡tarde piaron pajaritos! En sus continuas incongruencias, en sus dimes y diretes internos, en la lucha por imponer sus intereses personales y en su mezquindad de que si no son ustedes no puede ser más nadie, le inyectaron a la gente, vía intravenosa, la idea de que por el voto no lograríamos nada, cuando por el contrario, este ha sido el único camino por el que hemos alcanzado victorias importantes. Nos estafaron con el cuento de que si no votábamos Maduro sería ilegítimo y, por ende, no sería presidente. ¡Eso era mentira! Nos vendieron una abstención activa, con un plan B que comenzaría a aplicarse el 21M ¡Eso era mentira! Lo que sí ha pasado es que los venezolanos estamos peor cada día y que nuestras familias se siguen desmembrando porque la única alternativa que ve la gente, en medio de su decepción y desesperanza, es abandonar el país e intentar rehacer sus vidas en otra parte.

Ahora quieren enmendar el capote. Todos los líderes de los partidos de la extinta MUD, sin excepción, saben que la única forma de aglutinar fuerza para enfrentarse al gobierno es manteniendo espacios de poder, lo que les permitiría, entre otras cosas, movilizar gente, tener músculo para forcejear con el gobierno y hacer un solo bloque para elevar la voz y ser respetados en los espacios internacionales.

Seguir en el camino absurdo de la abstención es cederle el país, sin chistar, al gobierno; es una ruta sin salida que atenta no solo en contra de los venezolanos que vivimos la crisis en carne propia, sino en contra de cualquier interés personal que ellos mismos puedan tener porque, más pronto que tarde, dejarían de ser imprescindibles para el manejo político nacional. De hecho, mientras se siguen matando entre ellos, parecieran no haber digerido aún que son presidentes o líderes de la nada, que sus cargos no existen, porque entre tanta mezquindad sus propias acciones los han llevado a quedarse hasta sin partidos.

Gladys Socorro
Periodista
Twitter: @gladyssocorro
Blog: gsocorro.wordpress.com

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