Un grupo de diputados del partido del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó el jueves una iniciativa de reforma constitucional para permitir la revocación del mandato presidencial, una promesa del futuro gobernante.
El político de 64 años, que tomará las riendas del país el 1 de diciembre, prometió durante la campaña electoral someterse a referendos revocatorios para que los votantes juzguen su gestión. En principio dijo que lo haría cada dos años y luego aseguró que lo haría a mitad de su gestión de seis años.
Según el proyecto, las consultas para revocación del mandato se solicitarán ante alguna cámara del Congreso nacional y serán convocadas por el cuerpo a petición del presidente; el 33 por ciento de los integrantes de cualquiera de esas cámaras; o al menos el 33 por ciento de los votos válidos emitidos en la elección en la que el mandatario hubiera resultado electo.
“Con la revocación de mandato se busca hacer activo el principio de democracia participativa, y efectivo el ejercicio del poder del pueblo”, dice la exposición de motivos del documento de reforma de cinco artículos.
“La revocación de mandato es la manifestación plena de la voluntad social, en tanto que permite a la ciudadanía sustituir, democráticamente, a los gobernantes previamente elegidos popularmente”, agrega.
La Constitución actual no contiene referendos vinculantes para la revocación del presidente.
La revocación, según el proyecto de los legisladores del partido MORENA, será determinada por la mayoría absoluta de los votos, siempre que concurra el 40 por ciento de los electores inscritos.
Las reformas constitucionales en México requieren el aval de las dos terceras partes de los legisladores presentes en el momento de la votación. El partido de López Obrador y sus aliados no cuentan con esa mayoría calificada requerida en ninguna de las cámaras.
Las reformas, además, deben recibir el apoyo de más de la mitad de los 32 congresos locales.
Reuters