El mal viene de atrás, de la Independencia para ser precisos pero todos se hacen los locos y ningún político plantea soluciones.
En lugar destacado entre los pecados más graves que se les pueden cobrar a quienes en sus gobiernos han ejercido la representación de Venezuela en el extranjero, para siempre queda la irresponsabilidad de Guzmán Blanco.
Un sibarita como muchos de nuestros Presidentes, quien siendo el jefe de la delegación nacional responsable de un Laudo Arbitral en el cual se delimitaría la frontera entre nuestro país y Colombia, decisión que se tomaría en Madrid… en primer lugar aceptó a la Reina española María Cristina como juez… monarca de quien no se podría esperar equidad para nosotros ya que por razones obvias nos tenía cuentas a cobrar siendo nuestro país quien prendió la mecha independentista en América.
Y por si fuese poco nuestro jefe de delegación se radicó en Paris, ciudad más del gusto afrancesado de Guzmán Blanco… en vez de estar atento en Madrid, capital venida a menos en esos años, a la marcha de la negociación.
Consecuencia: Venezuela perdió gran parte de la Guajira que a nosotros nos pertenecía por completo, a pesar de ser parte integrante del virreinato de la Nueva Granada, pero que como es conocido, desde que se rompió la paz entre Bolívar y Morillo pasó a ser parte nuestra cuando los zulianos incluida la península donde ahora moran los Wayú, decidieron ser venezolanos.
En materia diplomática las irresponsabilidades, ineptitudes y estupideces, cuando no traiciones a la patria, siempre han gravitado sobre los presupuestos de la Nación tanto en embajadas como en consulados.
En parte tal actitud explica la pérdida de lo que nunca tuvimos como el territorio esequibo, pero también tierras nuestras. Reseñar estos despojos es tiempo perdido.
Gran parte de las embajadas y consulados, con las excepciones de rigor que las hay hasta en los lupanares, desde siempre se han reservado para acoger amigotes, ex amantes de los jefazos venidas a menos, generales levantiscos o borrachos, y, las proles ignaras de los políticos que gobiernan.
¡Qué cada lector (a) recuerde algún caso en particular!
El punto es que con el PTB cercano al 50 % de lo que fue hace pocos años, cuando Hugo Chávez gozó del barril petrolero a 100 dólares para armar su socialismo empobrecedor.
Con la población mal alimentada, acostumbrada a bachaquear para sobrevivir y con los hijos mejor preparados (as) huyendo en estampida al exterior.
Con una clase económicamente “alta”, valga decir los nuevos ricos de este siglo, absolutamente divorciados de la responsabilidad tácita que le obliga a invertir los fondos productos de sus pillerías en el país que les permitió darle la patada a la pobreza… soñando con vivir en Miami… de rentas… sin trabajar.
Con el país peleado con más de la mitad de los gobiernos ya sea por mala paga que han sido los gobiernos chavistas o por esa manía de alinearse siempre contra los Estados Unidos… un país empobrecido si quiere conservar el territorio requiere una diplomacia distinta a la chavista y a la que siempre hemos tenido. ¡Patriota cuando menos!
Entonces digamos que con semejante panorama que augura tiempos aún más difíciles para el futuro… cabe explorar si es posible buscar soluciones a un problema fácil de resolver como este de tener embajadas y consulados llenos de mequetrefes… a condición de que los unos, los otros, y los independientes que ahora son mayoría nos pongamos de acuerdo en una solución patriota.
La diplomacia que dirige el ministro Arreaza acaba de perder la oportunidad, por estar llena de funcionarios, incluyendo embajadores y cónsules, piratas, desentendidos de sus responsabilidades, la oportunidad de meter el dedo en el ojo de colombianos, chilenos y mexicanos… al menos si estos funcionarios… hubiesen actuado antes de que los diplomáticos de estos países acusaran a Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional.
Bastaba con que los alegres funcionarios de Cancillería, unos cuotas de Arreaza, otros del Presidente o de sus ministros, hubiesen acusado antes de la Asamblea General de la ONU… a Colombia, Chile y México por supuesta complicidad en el atentado de los drones.
Qué esa denuncia no habría llegado a nada al menos las piedras y este escribidor lo sabemos.
Como también es archiconocido que la denuncia contra Nicolás Maduro ante la CPI es casi imposible que llegue a condena.
Para tales eventualidades existen en la ONU los vetos de padrinos poderosos sin dejar de mencionar que la burocracia internacional, llena como está de funcionarios más corruptos que guardia nacional en San Antonio del Táchira, puede archivar los casos.
Pero suponiendo que los diplomáticos venezolanos hubiesen cumplido con los juramentos de lealtad que le hacen al gobierno antes de salir de viaje… al menos habrían hecho su trabajo a diferencia de Antonio Guzmán Blanco y otros que les antecedieron.
Habrían bloqueado el efecto mediático de la denuncia en contra de Venezuela que es el país al cual supuestamente sirven. Y después podrían seguir gastando divisas a un ritmo mayor al del avión que se mandó a fabricar Hugo Chávez.
Hay gente para sustituir los funcionarios piratas o mequetrefes: Pero para ello no sirve que una fracción del PSUV le pase factura en secreto a otra del mismo partido.
Lo más lógico es que para este tema exista diálogo: Un método que aparte de ser la base de la política bien ejercida, en sí mismo tampoco es problema como a veces expresan personas ingenuas o ignorantes.
Qué hay escollos es sabido porque solo un gafo puede esperar algo útil o decente de un diálogo entre politiqueros y ladrones.
¿Imaginemos por un momento lo que saldría de un diálogo entre el gobierno y personajillos como Timoteo, Fermín, Rosales, Falcón, Delsa, Florido o cualquiera tiramealgo de los nuevos partidos que fraudulentamente acaba de legalizar la señora Lucena?
No es negocio sacar de la Cancillería chavistas y militares ineptos, incluyendo las y los amantes venidos a menos… para sustituirlos con amigotes (as) de estos singulares “opositores”. Para eso es mejor dejar las cosas como están y quién sabe si de verdad un día los colombianos reclaman límites en San Antonio de los Altos.
Pero, en un futuro mejor habrá que introducir cambios radicales.