El diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato que lidera los sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales del domingo en Brasil, prometió hoy combatir con rigor la criminalidad.
EFE
El ultraderechista aprovechó las redes sociales para insistir en su estrategia de presentarse como el candidato capaz de reducir la violencia en Brasil, que le ha permitido canalizar el voto de millones de brasileños insatisfechos con la situación de inseguridad pública en el país, en el que el año pasado se registró un récord de 63.880 homicidios.
“Es necesario ser enérgico en el combate al crimen para que el marginal entienda que sus acciones no saldrán impunes y que es él el que debe ceder”, afirmó el polémico diputado, un defensor de la liberación de las armas y de que las acciones policiales terminan con muertos, en un mensaje que publicó en su cuenta en Twitter.
En un mensaje destinado a fortalecer su preferencia entre quienes quieren más rigor en el combate al crimen, el ultraderechista afirmó que está dispuesto a satisfacer a una “sociedad que exige una respuesta” a la violencia.
“¿Qué tan criminal y negligente tiene que ser un Gobierno como para dejar que la violencia llegue al punto al que llegó en el país? ¿Cuándo entenderán que no es la víctima de latrocinio la que muere por un celular sino el bandido cobarde el que mata por eso? Basta de inversión de valores. Hoy el criminal se siente con razón en las crueldades que comete porque hay quien las justifica”, dijo.
El mensaje fue publicado en formato de imagen junto a una foto del candidato y bajo el título de “Vamos a actuar”.
En los últimos días Bolsonaro, polémico por ser un defensor de la dictadura militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985 y por sus declaraciones de tinte machista, racista, homófobo y xenófobo, ha liderado una campaña en las redes sociales para intentar atraer el voto de muchos de los electores de los candidatos de centro e intentar garantizar su elección en la primera vuelta.
Como parte de esa campaña, el diputado viene insistiendo en su mensaje de que Brasil no merece ser gobernado desde la cárcel, en referencia al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que purga una condena de 12 años por corrupción, y a su ahijado político, Fernando Haddad, su principal rival en la disputa presidencial.
Bolsonaro ha apostado en su estrategia de erigirse como el candidato “antiLula”, “anticorrupción”, “antisistema” y “anticriminalidad” en medio de la profunda polarización que vive el país entre el ultraderechista y el socialista de cara a las presidenciales, las más imprevisibles en las dos últimas décadas.
Bolsonaro es el favorito según las encuestas, con el 35 % de los apoyos, por delante de Haddad, con 22 %.
De acuerdo con los sondeos, el ultraderechista y el socialista serán los más votados el domingo pero, como ninguno conseguirá más de la mitad de los votos, se medirán en una segunda vuelta el día 28, en la que Bolsonaro aparece con una ligera ventaja (44 % contra 43 %) aunque técnicamente empatado con Haddad en intención de voto.
Bolsonaro, que estuvo hospitalizado la mayor parte de la campaña por las heridas que sufrió al ser acuchillado en un mitin el 6 de septiembre, adoptó las redes sociales como principal medio de comunicación con los electores y las ha usado para atacar a los gobiernos del PT y recordar sus escándalos de corrupción.