Melania Trump continúa su andadura en África asegurándose de que su maleta es incapaz de despertar, sin que valga de precedente, comentarios negativos. Ni bolsos de 20.000 euros ni prendas con mensajes conflictivos han formado parte de su equipaje, al menos, de momento. Tras sorprender a los medios con unos mocasines de menos de 50 € de Zara y después de repetir un look para demostrar que lo de derrochar no va con ella -lo sabemos: esta afirmación es falsa, pero si Melania quiere mandar ese mensaje, no vamos a ser nosotros los que la señalemos por hacerlo-, la primera dama ha puesto en marcha su operación ‘quiero ser humilde’ para intentar ganarse la simpatía del público, reseñó Vanitatis.
Melania aterrizó en Malawi luciendo las mismas deportivas Converse con las que intentó hacer creer al mundo que la jardinería es lo suyo. Al llegar al aeropuerto, mujeres y niños aplaudieron su llegada, aunque en el camino hacia la residencia del embajador americano, Melania Trump se topó con detractores de la política de Trump que portaban carteles que rezaban “Bienvenida a Malawi #NoEsUnAgujeroDeMierda”, en referencia a los comentarios del presidente de los Estados Unidos en los que aseguraba lo contrario.
El segundo día en África de Melania Trump le ha permitido visitar la escuela Chipala Primary School, a la que ha donado 1,4 millones de libros. En la visita, Melania lució un vestido camisero de seda de Joseph valorado en 507 €. La primera dama lo combinó con sus mocasines de estampado de serpiente de Zara.
El tercer día de su viaje ha comenzado con una sorpresa al lucir la primera dama el mismo vestido de flores de Erdem que luciera en el mes de julio. Se trata de otro vestido camisero, el tercero ya de su viaje, y el mensaje de Melania Trump vuelve a ser el de una mujer que, pese a su riqueza, no derrocha su fortuna en gastos innecesarios y es capaz de repetir vestidos con normalidad.
En julio posteó en sus redes sociales una imagen en la que posaba con un vestido de tubo blanco de Michael Kors que ya había llevado en mayo de 2016. Melania se encontraba en un momento en el que muchos criticaban sus lujosos looks, por lo que sin duda no fue casualidad que la primera dama decidiera repetir vestido. En agosto retomó la fórmula y volvió a ponerse un vestido de ADAM by Adam Lippes que ya había paseado en público en otra ocasión. La estrategia ‘Melania humilde’ estaba en marcha. Por supuesto, la primera dama ha visto en su visita a África la circunstancia perfecta para demostrar al mundo que no se le caen los anillos al repetir vestidos y al lucir accesorios low cost.
Los mocasines de Zara, esta vez sin mensajes apáticos de por medio, han sido los acompañantes de sus inseparables Manolo Blahnik en el viaje. Veremos cuáles son las siguientes elecciones estilísticas de su viaje y si consigue volver a la Casa Blanca sin haber protagonizado ningún titular turbio. Con lo que le gusta a Melania apostar por prendas con mensaje, quizás esta temporada debería hacerse con una de las prendas de Zara que presumen de logo, demostrando así su amor por la moda low cost y evitando que sus looks manden mensajes erróneos.
