La Policía colombiana desbarató una red que vendía identidades falsas a inmigrantes de países árabes y africanos. Según fuentes policiales colombianas y agencias estadounidenses, la investigación demandó más de dos años y culminó con la detención 32 personas, algunas de ellas funcionarios que facilitaban los ilícitos y colaboraban con la organización delictiva en el ingreso de personas procedentes de Asia y África a Colombia, a quienes luego otorgaban cédulas y pasaportes falsos con los que intentaban ingresar a EEUU y se desplazaban por otros países latinoamericanos. Así lo reseñó Infobae.
La estructura de la organización fue detenida después de procedimientos de la policía y las agencias de seguridad, que comenzaron en 2016 y continuaron hasta fines de septiembre de 2018.
La pista que abrió la investigación se originó con la captura de un ciudadano colombiano de origen árabe islámico en los EEUU. El apresado, de nombre Azam Al-Rifai, fue detenido en diciembre de 2016 por autoridades migratorias estadounidenses convirtiéndose en el personaje principal a partir del cual se identificaron a los primeros seis integrantes de la red que, presuntamente, proveía a personas originarias de Oriente Medio de los documentos que se requieren para disponer de la ciudadanía colombiana.
Esas seis personas ingresaron en América Latina debido a gestiones de Al-Rifai ante funcionarios de dos gobernaciones colombianas. El detenido tenía en su poder su pasaporte colombiano, pero algunas dificultades para comunicarse en idioma español. Tal situación disparó las alertas de los agentes estadounidenses, que procedieron a registrarlo cuando trataba de ingresar a EEUU.
Cuando los oficiales de migraciones desbloquearon el teléfono celular de Al-Rifai, encontraron un listado de nombres y fotografías de nueve personas originarias de países árabes (Siria, Jordania y Líbano), quienes también tenían documentación colombiana expedida por las oficinas de pasaportes de las gobernaciones de Magdalena y La Guajira.
El teléfono incautado por las autoridades estadounidenses se convirtió en la punta del ovillo de un hilo por medio del cual se comenzó a desentrañar una gran operación de investigación transnacional que permitió la captura de los seis integrantes de la red que, mediante fraude, obtenía cédulas de identidad y pasaportes colombianos, a quienes llegaban a Colombia desde Oriente Medio.
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